El Campo Margarita • Caché (Terminada)

78. Un sábado en el Pub, lo vi empezar de nuevo

           

*8 años después*

- ¿Crees que mi cabello luzca bien? –Preguntó María José mirándose al espejo con expresiones de confusión en su rostro mientras se miraba

-Su cabello está perfecto –Respondió Gloria, una señora un poco mayor que trabajaba para María José desde tres años atrás

-Siento que está bien, pero no está perfecto, Gloria –Continuó María José mirándose al espejo antes de volverse para que Gloria la mirara bien

-Está perfecto María José –Respondió de nuevo la señora con los brazos cruzados

-Necesito la hora –Dijo María José después de unos segundos

-6:03 pm –Contestó la señora inmediatamente –No se estrese –

-Gloria, no me pida que no me estrese por favor –Respondió María José preocupada –En menos de treinta minutos debo estar en el pub y ni siquiera estoy segura de mi cabello –

-Si yo fuera usted, me preocuparía por irme ya y no por su cabello, el cuál luce perfecto; como ya le mencioné –Dijo Gloria alcanzando el saco rojo a María José para ponérselo

-Gracias, Glo –Contestó María José antes de sacar su teléfono y marcarle a alguien –Hola James, ¿estás listo?... ok... de acuerdo... perfecto... gracias –

-¿Qué dijo? –

-Ya está aquí –Respondió María José inmediatamente –Ya me voy –

-Epa... -Dijo Gloria interrumpiendo –Dame un beso primero –

-Glo... voy tarde –Dijo María José rápidamente

-María José... -

-Uy –Respondió María José rodando los ojos antes de darle un beso en la mejilla a la señora seguido de un abrazo –Nos vemos, te quiero –

-Te quiero más mi niña –Dijo Gloria antes de que María José cruzara por la puerta

Gloria había sido la figura materna de María José en los últimos años, fue su vecina cuando se mudó a su nueva ciudad, y la señora siempre la ayudó, Gloria residía de México y aunque tenía poco de conocerla, sentía como si Gloria hubiese sido parte de su vida por siempre.

Había pasado ocho años, ocho largos y decisivos años en la vida de María José; y desde que había sufrido toda su adolescencia no quiso seguir sufriendo más, quería una vida perfecta, en donde fuera feliz y nada ni nadie le impidiera serlo. María José había cumplido los 26 años en octubre, una enorme fiesta había organizado para ella sus ahora amigos y el amor de su vida, en la ciudad hermosa en la que ha estado viviendo desde que cumplió los diecinueve: Madrid.

-Mírate nada más –Dijo James con la boca abierta al ver a María José

-No babees mucho –Respondió María José inmediatamente antes de darle un abrazo a su amigo, María José vestía su traje entero rojo, una blusa negra por debajo de su atuendo y sus zapatillas blancas Gucci que tanto adoraba

-Si tan solo me dieras una oportunidad en el amor –Bromeó James, pero María José lo ignoró para subirse a la camioneta del chico –¿A dónde vamos? –Preguntó James mirando por el retrovisor a su amiga

-No estoy para bromas James, en serio –Respondió la chica de inmediato, James se vio intimidado por la actitud de la Colombiana y simplemente encendió el vehículo

James era de los mejores amigos que María José había encontrado, él era también mexicano y se conocieron en una fiesta en Italia cuando tenían veintidós años, desde ese momento María José lo empezó a considerar un hermano más, y siempre estaba disponible para ser su chofer cuando María José necesitaba de un aventón.