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No, Taeyong no era alguien tonto. Sabía perfectamente a que se refería Jaehyun. Tomó aire y apretó sus manos.

—No. No tengo pareja.— habló restándole importancia. O eso quería hacer creer. Alzó su mirada hacia el mayor y tembló al ver lo oscuro que se miraban sus ojos, por aquella lujuria que mostraban.— ¿Cree que soy tonto? —

Jung sonrió y se acercó al menor tomando con suavidad su barbilla.— Entonces sabes a que quiero llegar.— su voz sonaba más profunda y el menor asintió en respuesta.— ¿Eres virgen? —

Las mejillas del más bajo se ruborizaron bastante y apretó sus labios para después negar.— No...—

— No haré nada de lo que tu no quieras.. Si no quieres sólo dime, simplemente no habrá dinero, ni lujos y todo seguirá como si nada.— el mayor seguía acariciando con mucho cuidado la piel ajena. Taeyong apretó sus labios pensando; ¿lujos? Jaehyun ya se había ofrecido a pagar sus estudios, pero además ¿Quería darle lujos? ¿Más dinero?

— ¿De cuánto dinero hablamos? — susurró y pudo sentir como Jaehyun sonreía detrás de él.

— Lo que tu quieras pedirme, te lo daré... La paga es en dólares.— Taeyong casi se desmayaba, era demasiado. El menor suspiró y miró la gran ventana de la oficina. Con todo ese dinero podía hacer que su madre dejara de trabajar y consentirla.

Bueno, no había nada de malo tener relaciones sexuales un hombre multimillonario a cambio de dinero.
No había nada de malo dejarse seducir a cambio de dinero.
Nadie se enteraría.

— ¿Hay reglas? ¿Puedo poner?— Taeyong suspiró al sentir cortos besos en su mejilla pasarse hasta su lóbulo.

— Las que tu quieras...—

— Sólo de ti, no quiero que me pases a fus amigos o algo así... No soy un prostituto.—

— No soportaría compartir a mi más bello modelo.— Jaehyun acomodó con cuidado los cabellos del joven que aún seguía quieto.— No quiero compartir a mi bebé... Quiero exclusividad... Sólo mío y nadie más puede tocarte.—

Taeyong mordió sus labios ante aquel apodo y se giró un poco encontrándose con la mirada del más alto, recargo su diestra en el pecho ajeno mientras sentía la frente del mayor recargarse con la suya sintiendo ambas respiraciones chocar. Su piel se erizó cuando la diestra del contrario se colocó en su cintura comenzando a bajar por su cadera y después a sus muslos. De un movimiento tomó el otro muslo del más bajo y lo alzó subiendo a su escritorio.

— Desde que te vi, me cautivaste, Lee Taeyong.— su pulgar acariciaba sus labios mientras observaba las rojas mejillas del menor para después sonreír.— ¿Sabes algo? Lo que quiero, siempre lo tengo.— dejó un corto beso en sus labios separándose unos centímetros y le miró nuevamente.— Y tu no eres la excepción, bebé.

Y ahí fue cuando Taeyong perdió; los labios del mayor fueron su perdición. Y la situación era la misma para Jaehyun; sentir como los labios del menor se movían por aquel hambriento beso. Ambos se encontraban cegados por aquel momento; Taeyong que solo pasaba sus manos por la espalda del ajeno con sus labios abiertos dejándose besar y hasta manipular y Jaehyun acariciando la piel del menor bajo su camisa, succionando su labio inferior; provocándole un gemido al menor.
El mayor se separó unos centímetros para poder apreciar las sonrojadas mejillas del más bajo que estaba sobre el escritorio, para así poder acariciar parte de su cuello y sus notorias clavículas.

— Te daré una tarjeta... Donde te depositare el dinero, una extra para que la gastes en lo que quieras.— Jaehyun se separó apreciando al menor que solo asentía; sus mejillas ruborizadas, su cabello despeinado y sus labios notoriamente hinchados.— ¿Entendido? —

— Sí...— susurró mientras miraba al mayor de reojo que sólo alzó su ceja sin quitar su mirada de él; sabía que quería aquello que Taeyong se estaba negando decir. Apretó sus labios antes de hablar y le miró a los ojos.— Entendido, daddy.—

Jaehyun sonrió con satisfacción y se acercó a dejar un beso en su mejilla a la vez que dejaba 500 dólares en la mano más pequeña.— En la mañana te quiero aquí para darte las tarjetas... Tu ropa es linda, pero creo que necesitas algo más lindo para lo que tengo planeado.—

El más bajo tragó saliva ante aquello que dijo y asintió bajándose del escritorio caminando hasta la puerta de la oficina y asi salir de ahí.

🍒🍒🍒

Taeyong caminaba por el gran edificio mientras pensaba en lo que se había metido, recuerdos venían a su mente: atacandola una y otra vez, aferrándose a que había una razón por la que siempre aceptaba meterse con hombres mayores que él.

Primero fue con su profesor de Química, pero vamos; estas ebrio en una fiesta y no te das cuenta que te metiste con tu profesor hasta que te levantas en su cama.

O tal vez era el amigo de su mamá, aquella noche que lo dejó cuidando y Taeyong pensó que era buena idea besarse y dejarse tocar por él.

Tampoco era estúpido para ver que más de una vez el hermanastro de Ten le coqueteó y daba algunas propuestas que siempre rechazaba.

Tal vez ahora al estar con Jaehyun quería llenar el vacío que uno de esos hombres había dejado... O tal vez el vacío que otro hombre había dejado.

Aquellos gritos de una notoria discusión le hicieron alzar su mirada golpe y fruncir su ceño al notar la pareja "escondida" a lo lejos. La sala estaba vacía así que explicaba porque discutían como si no estuvieran en público.

— ¡El es sólo un amigo! ¡Vladimir! — el más bajo alzo su voz mientras jalaba el brazo del hombre que sólo negaba apretando sus labios.

— Te vi bajarte de su auto y abrazarlo, Jungwoo no soy idiota.—

— ¡Yo no llamo zorra a Ryler cada vez que baja de tu auto! — el menor respondió mientras su mirada mostraba un gran enojo.— ¡Pues algunas veces te portas como un tremendo idio...— el sonido de la bofetada sonó en toda la habitación. Haciendo que Jungwoo girara su cabeza por la fuerza y sus ojitos se llenaran de lágrimas.— Ni se te ocurra ir por mi a la universidad.—

— Jungwoo... No... Amor, espera.—

Taeyong que había visto toda la escena decidió entrar rápidamente al elevador cuando vio como el menor comenzaba a correr. Taeyong rezando de que Jungwoo no entrara al elevador con él, pero no había pasado ni 10 segundos cuando el ahora pelirrojo detenía el elevador para poder entrar junto al pelirosa.

— Tae... ¿Qué haces aquí? — sonrió nervioso Jungwoo mientras cerraba el elevador; actuando como si nada hubiera ocurrido. Como pudo limpio sus lágrimas observando al ajeno que solo le sonrió nervioso.

— Tu mejilla está muy roja... ¿estás bie...—

— Me resbalé y caí contra mi cara. — mintió de una pésima manera y el contrario asintió.

— ¿Hace cuánto conoces a Jaehyun? —

— ¿Uh? — Jungwoo extrañado por esa pregunta se giró y miró a Tae.— Como hace 6 años, creo...—

— ¿Puedo preguntarte algo sobre él? —





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baby ; jaeyongWhere stories live. Discover now