Una Nueva Aventura (Peter & Astrid) TERMINADA

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ASTRID.

Ed había despertado de su pequeña siesta y ahora los cinco estábamos alrededor de una pequeña mesita comiendo un poco. Ed devoraba todo lo que se encontraba en su plato.

Lucy: Deja algo de comida a Narnia -le dijo a Ed riendo.

Peter: Les van a dar algo para el viaje de regreso.

Astrid: ¿Qué? ¿Regresamos?

Peter: Ustedes sí. Le prometí a mamá que los mantendría a salvo, pero lo mejor será que me quede aquí un tiempo. 

Lucy: Pero nos necesitan, a los cinco.

Peter: Es demasiado peligroso. Te ibas a ahogar, Edmund casi muere.

Edmund: Por eso debemos quedarnos. He visto lo que la Bruja ha hecho y además yo le ayudé. No quiero que por mi culpa sufran los demás.

Astrid: No creas que vamos a dejarte aquí. No creas que voy a dejarte aquí.

Peter me miró y sonrió. Luego Susan me miró y señaló con su mirada a nuestras arcos, yo asentí. 

Susan: Supongo que está decidido.

Ambas nos levantamos y comenzamos a caminar.

Peter: ¿A dónde van?

Susan: Tenemos que practicar.

Tomamos nuestros arcos y nos dirigimos a un campo a practicar. Lucy se nos unió.

Susan fue la primera en disparar su flecha y dio cerca del centro. Después disparé yo y mi flecha terminó junto a la de Susan. Lucy nos miró y, emocionada, sacó su daga y la lanzó. Dio justo en el blanco. Las tres reímos.

Nuestro entrenamiento fue interrumpido por los relinchos de un par de caballos. Ed venía montado en un caballo y Peter en un unicornio. Ambos tenían una espada en la mano.

Peter: ¡Vamos Ed! La espada hacía arriba, como Oreius nos enseñó.

Ambos eran bastante buenos. Tenía mi espada en mi cintura, la desenvainé y me acerqué un poco a los chicos.

Astrid: ¡Son unos presumidos! Ninguno podría vencerme.

Ambos bajaron de sus caballos y se acercaron a mi. Primero me enfrenté a Peter, casi logra vencerme, pero yo gané. Luego enfrenté a Ed y fue muy fácil vencerlo.

Astrid: Se los dije -dije y les mostré la lengua de forma burlona.

Peter y Ed subieron a sus caballos para seguir entrenando pero los interrumpieron.

Sr. Castor: ¡Peter! ¡Edmund! -dijo acercándose a ellos.

Cuando se acercó a Ed, su caballo relinchó y se puso en dos patas.

Edmund: Tranquilo chico.

Philip: Mi nombre es Philip -dijo el caballo y yo lo miré sorprendida.

Edmund: Lo siento.

Sr. Castor: La Bruja demanda una audiencia con Aslan. Se dirige hacía acá.

Los cinco dejamos lo que estábamos haciendo y volvimos al centro del campamento. Unos minutos después la Bruja y todos sus secuaces llegaron.

Ginarrbrik: ¡Jadis! ¡La Reina de Narnia! ¡Emperatriz de las Islas Solitarias!

Me encontraba junto a Peter.

Astrid: Es la mentira más grande que he oído -le susurré.