ᴏʙsᴇssɪᴏɴ ↻ [ ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ ]

02.

Es viernes por la noche; y aún cuándo se supone que no debería sentirme sólo, realmente me siento así. Tan sólo, triste y aburrido.

Me sobresalto al sentir el móvil vibrar en mi bolsillo.

"Pasaré por ti en cinco"ㅡLeo en la pantalla iluminada.

Bloqueo el celular, pues veo como una perdida de tiempo el hacer cualquier tipo de pregunta.

Me levanto de mi cómoda cama arrastrando los pies, mi corazón duele con cada paso que doy, pero me deshago de aquél sentimiento de opresión e ilumino mi rostro con una blanca sonrisa ensayada.

Mi vestimenta es simple, jeans de mezclilla, camiseta azul, chaqueta de cuero y botas timberland. No me preocupo por mi cabello, pues éste siempre se mantiene en su lugar.

Escucho el timbre cuando ya voy por la mitad de las escaleras. Me apresuro, bajando los escalones restantes de dos en dos y una vez en la planta baja, corro a abrir la puerta.

Ahí estás tú.

Llevas jeans azules, camisa blanca y una mirada seductora y traviesa que me recorre de pies a cabeza, esa tonta mirada que logra que mis piernas tiemblen como gelatina. Sonríes al entrar en la habitación, pues sabes que haces mis ojos arder.

Seguro sabes que eres tan descarado como la muerte, y eso alimenta tu ego, porque sabes que me tienes sólo para tí, me tienes babeando por ti, suspirando por ti.

Nada más acercarte a mí, me tomas entre tus brazos, rodeas mi cintura y yo rodeo tu cuello mientras nos fundimos en un beso.

Kim Taehyung, debiste alejarme de ti.

Debiste dejarme antes de que fuera tarde.

Debiste irte antes de que me volviera adicto a ti, a tu embriagante aroma, a tus labios.

Debiste irte de mi vida, quizá así hubieses evitado aquel fatídico día.

¿Por qué no me dejaste antes? Ahora te has convertido en mi droga, y yo no sé como borrarte de mi vida, no sé como borrarte de mis recuerdos. Y ahora ellos no me dejan dormir.

Ahora cada noche la paso en vela, imaginando tus suaves labios sobre mi piel, tus manos acariciando los lugares más escondidos de mi ser.

Y mi corazón está triste, y en una constante lucha contra ese gran amor de debí dejar de sentir aquél día que me dejaste.