Capítulo 6

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En el segundo siguiente, yo sentí su boca tomar posesión del mío con urgencia y deseo. Sus labios eran calientes y su lengua invadió el mio llena de malicia y habilidad, exploraba mi boca y me hacía querer chuparla. Y yo chupé su lengua. Era sabrosa, era caliente y húmeda, era excitante y yo me agarré en su cuello intensificando aquel beso enloquecedor.

No pude creer en la agilidad con que Lauren me desnudó, en un pestañear de ojos yo estaba desnuda en sus brazos, recostada en una pila de bolsas de ración.

Sentí sus ojos sobre mis senos y me intimidé al sentir sus manos suaves tocarlos, primero uno después el otro, yo quedé petrificada, sintiendo, queriendo, deseando. Gemí alto cuando ella cubrió mi pezón duró y dolorido con sus labios mojados.

Acaricié sus cabellos mientras ella chupaba mis senos, mordía, besaba. Yo necesitaba tumbarme, ya no conseguía sostenerme en mis rodillas, temblaba entera de deseo.

Lauren pareció haber percibido, pues me hizo acostar sobre aquel heno. A mí no me importaba más nada, solamente con aquel deseo, la necesidad insana de ser poseída por aquella mujer.

Lauren se posicionó entre mis piernas y para mi deleite absoluto, quitó lentamente la camiseta, exponiendo para mí nuevamente aquella imagen divina. Inmediatamente yo me senté y los toqué, como que por puro instinto.

Tocaba aquel cuerpo perfecto, su piel fina, delicada, suave, mientras intentaba controlar el temblor de las manos que apretaban aquellos dos senos. Lauren colocó sus manos sobre las mías mientras yo no paraba de apretarlos, palparlos. Me encaró con una mirada caliente.

- Bésalos - dijo ella.

Yo prontamente tomé su pezón entre mis labios y aquello fue increíble. Yo sentí una excitación arrebatadora con aquella caricia.

Lauren gimió y me obligó a tumbar nuevamente. Se levantó y quitó el resto de sus ropas antes de acostarse sobre mí.

Sentir el cuerpo de ella sobre mi cuerpo desnudo, la suavidad, su frescor, su perfume, su delicadeza, me hizo perder el juicio. Moví rápidamente el cuerpo de modo que me quedara sobre ella. La besé con tamaña intensidad que temí haberle sacado sangre de los labios. Lauren correspondía, me acariciaba todo el cuerpo y cuando sentí sus manos resbalar para mi sexo, susurré involuntariamente:

- Ay que delicia... No pares...

Lauren nuevamente se posicionó sobre mí y enseguida sentí su boca chupar mi clítoris. En aquel momento, me contorcí desesperada, sintiendo su boca, su lengua lamer mi fenda mojada y nuevamente chuparme con ímpeto.

Yo no soportaba más tanto placer, era doloroso yo jamás había pasado por eso, jamás había imaginado que algo podría ser tan bueno a punto del dolor agudo.

Lauren ignoraba mis gemidos, mis contracciones y mis lágrimas, continuaba chupar todo de mí, entonces me sentí como un volcán en erupción, arqueé mi cuerpo, mi cadera contra su boca y sin conseguir controlar el grito, me vine descontroladamente.

Una explosión de sensaciones tomaron cuenta de mí y yo me tumbé para atrás nuevamente suspirando, temblando convulsivamente, viendo puntitos coloreados por doquier y escuchando el latir ensordecedor de mi corazón.

Cuando miré para Lauren ella aún estaba entre mis piernas, aún me lamía pero ahora lentamente y me miraba mientras hacía esto.

Yo sonreí sin saber aún si lo que estaba sucediendo era real. Toqué sus cabellos.

Ella entonces vino besando mi cuerpo hasta llegar a mis labios. Sentí el sabor de mi orgasmo en su beso. Y aquello hizo la excitación recomenzar, despertar nuevamente sin al menos haber sido contenida.

Un amor por Encargo ||CAMREN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora