— ¿Dónde iremos a cenar?—le pregunto para cortar esa cuerda de tensión.

—Riverside 2—menciona.

Conozco el restaurante por la fama de su ambiente y su comida, pero quizás por lo poco que salgo de casa y mayormente solo ocupo mi tiempo libre para comportarme como una turista, no he llegado a entrar a aquellos restaurantes que rodean la ciudad de Lambeth, de todas formas, tampoco puedo darme muchos lujos cuando siempre me mantengo ahorrando lo que tengo que usar en mi estancia en Reino Unido.

Me mantengo callada en lo que resta del camino, Pierre parece centrado en hacer unas llamadas para dejar algunos comunicados sobre sus proyectos, lo cual agradezco que se mantenga por ahora en su propio mundo mientras que puedo apreciar la vista desde la ventana de mi lado, el chófer ha llegado a poner música, pero mayormente se escucha a lo lejos ya que bajo el volumen por todas las llamadas que Pierre correspondía.

Unos quince minutos nos tardamos cuando pronto llegamos al restaurante Riverside 2, el chófer no tarda mucho en estacionar el auto y pronto bajarse para abrirle la puerta a Pierre, quien solo al salir y me ofrece su mano para tomarla, salgo de aquel vehículo y ambos caminamos en dirección al local, en donde Pierre al haber reservado ya un lugar en aquel bonito restaurante, el maître no tarda en llevarnos a una mesa; Pierre toma una de las silla y pronto la jala hacia atrás para darme paso a que me siente, así que al hacerlo, él empuja nuevamente la silla para acercarme a la mesa y así él ser el siguiente en sentarse.

El maître nos saluda y nos deja dos cartas de menú, cuando se marchó, la curiosidad empezó a ganarme, así que no tarde en observar el restaurante donde ahora nos encontramos Pierre y yo, no es grande como el que fuimos la última vez, pero el ambiente a pesar de estar en la época de invierno, se mantiene acogedor; el olor a pasta, carne y a pescado pronto llegan a mi olfato y eso sin decir que las personas que se encuentran a nuestro alrededor se mantienen hablando sobre diversos temas sociales y familiares mientras beben vino.

—Pensé que llegarías a buscar un lugar más ostentoso—le dije sin quitar la mirada de los pilares que tienen una cerámica de cuadrados de diferentes tonos de grises.

—Si quieres podemos irnos a un restaurante más lujoso—lo escuché decir.

— ¡¿Qué?! ¡No! Es que... Pensé que tú eras más de restaurantes grandes y costosos, que uno como este... —Le expliqué.

Él dejó ir una risa mientras seguía leyendo la carta del menú, daba gracias a Dios que el menú es variado y que cada comida empieza a llamarme la atención que no puedo optar por una hasta el momento.

—Falta mucho para que me conozcas, puedes verme con gustos muy peculiares, pero mayormente, suelo ambientarme en lugares que se adapten a mi comodidad—Se a recostó en la silla.

—Me gusta escuchar eso. —Sonreí. —Aunque para serte sincera, me gusta más los lugares pequeños que grandes, casi me hacen sentir un ratón en una enorme casa... —le revelé.

—Eso explica la razón por la que vives en unos apartamentos pequeños—hice una mueca.

—No exactamente... Cuando vine a Reino Unido, necesitaba poder respaldarme de otra persona para que compartiéramos gastos de un apartamento, si yo viviera sola, es posible que el peso de las rentas y pagos quincenales fuesen un poco más difíciles para mí. —Baje la carta a la mesa.

—Entonces, ¿tienes compañera de apartamento?—asentí a su pregunta. —Y ¿cómo es ella?—elevé una ceja. —Es una pregunta, no me interesa saber cómo es tu compañera de piso si crees que te cambiaré por ella—rodé los ojos.

—Aunque intentarás coquetear con ella, es probable que te ignoré—crucé los brazos.

— ¿Por?—preguntó interesado.

Amores Perdidos [+18]Where stories live. Discover now