• |Bonus II| •

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Demasiadas personas entraban y salían de un palacio y de esa forma era como los cotilleos accedían al igual que partían con excesiva rapidez hacia la capital y otras regiones más bajas del imperio cuando algo se estaba manifestando con premura

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Demasiadas personas entraban y salían de un palacio y de esa forma era como los cotilleos accedían al igual que partían con excesiva rapidez hacia la capital y otras regiones más bajas del imperio cuando algo se estaba manifestando con premura.

Si vivías o trabajabas en el palacio del emperador Kim debías de saber más que a la perfección que los nuevos temas con el cual los criados, guardias, comerciantes y consejeros reales se llenaban la boca eran específicamente dos, siendo el primero:

La gran boda.

Así era como le llamaban todos al enorme acontecimiento por venir, y el que sería celebrado por todo el reino, pues sería uno de los mayores eventos después de la coronación. Todo ser viviente en el reino estaba enterado y pacientemente esperaban por la boda entre el querido y bondadoso emperador y su hermoso concubino, tras un año y medio de este haber llegado a Baekje después de que su reino fuese atacado y la mayor parte de su familia asesinada.

La boda estaba a un día de llevarse a cabo, ya que esperaron la fecha indicada teniendo en cuenta el calendario lunar para espantar los malos augurios y celebrar por todo lo alto en el palacio principal, aunque no era de ocultar que habían, aún, muchas personas que no aceptaban al príncipe extranjero como el futuro señor y consorte real del emperador de Baekje; por lo que esta última postura era lo que llevaba a la manifestación del segundo tema y que estaba haciendo mucho revuelo entre las mujeres y donceles al igual causando disgusto entre los altos mandos, que era no más ni menos que:

"La infertilidad del príncipe".

Kim SeokJin, príncipe de lo que una vez fue Gaya y futuramente gobernador y cónyuge real de Baekje al ser un doncel estaba consciente desde un principio que solo tenía un cincuenta por ciento de posibilidades para concebir un heredero a su señor, y desde un inicio esto había quedado más que claro entre los dos amantes, no obstante los oficiales del gobierno no estaban muy felices con ese "insignificante" detalle, ya que era un deber absoluto que el emperador tuviera un hijo, y en su preferencia que este fuera varón para que en un futuro se haga cargo de la corona y siguiera con el linaje real.

No era porque ellos –NamJoon y SeokJin– no lo intentasen, pues con plena seguridad ambos podían decir que lo intentaban y mucho, pero al final simplemente no pasaba y tampoco era una razón para deprimirse porque disfrutaban de sus actos íntimos, aunque siendo sinceros el más afectado con la situación había sido SeokJin al comenzar a sentirse inseguro de sí mismo por tal incapacidad, sumándole a ello que los consejeros reales se encargaron de hacerle la vida menos feliz en aquel año y medio; impidiendo que el emperador se casara con él y tratando por todos los medios de separarlos indirectamente; ya fuera con ofrecerle oro, calumniarlo, querer meter a la cama del rey nuevas concubinas y lo más extremo: tratar de matarlo. Causando que el emperador únicamente se volviera más desconfiado con todos ellos, y mucho más protector y cuidadoso cuando se trataba del bienestar de su pequeño.

Little Prince |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora