Dylan Neil [✔️]

33. Explosión

Melanie

—¿Entonces? ¡Dime que descubrió Wen! —pido, impaciente, ya que Dylan no se digna a seguir hablando.

—La verdad hasta que no tenga pruebas no voy a decir algo, cielo. —toma mi mano y acaricia por encima de la tela del guante —Aun quiero creer que todo es una mentira.

—¿Tan grave es así? —lo miro cansada. Él asiente.

—¿Listos para ordenar?

Dylan sonríe con malicia sin apartar sus ojos de los míos al oír a Morgan y yo lo miro con advertencia antes de subir la mirada a Morgan.

—Sí, yo quiero... —trato de quitar mi mano del agarre de Dylan para tomar el menú, pero él no me suelta. Intento no reír al ver como se inclina y deja un beso encima del guante.

—¿Verdad que es la chica más preciosa del pueblo? —le pregunta a Morgan y solo entonces Dylan se inmuta a mirarlo.

El chico frunce los labios y mira a un lado de él antes de responderle a Dylan con seriedad.

—Sí, siempre lo he creído.

Mi corazón se acelera.

—Creo que soy muy afortunado de tenerla —concluye Dylan con el gesto burlón y me suelta para observar el menú.

Morgan se mantiene serio en su lugar, su mirada va la mía y nos quedamos viendo unos segundos. Puedo ver como sus ojos me preguntan: ¿Quién es este idiota?

Y ahora que lo pienso... Yo estoy siendo una terrible amiga. Dylan está allí haciéndolo sentir incómodo y no estoy haciendo nada por evitarlo.

—Dylan —llamo su atención —¿Podemos irnos?

—¿Qué? —alza la mirada —¿Por qué? Acabamos de llegar, cielo.

Llevo una mano a mi estómago y hago mi mejor cara de dolor.

—Necesito ir a casa.

—Mel —Morgan se acerca con preocupación —Si quieres puedo revisar el botiquín de primeros auxilios de la cocina y te puedo traer-

Dylan se pone de pie rápidamente sin darle la oportunidad a Morgan de seguir hablando. La silla se estrella en el suelo causando más estruendo del necesario. Lo veo rodear la mesa y mirar fijamente a mi amigo con enojo. Morgan retrocede confundido, pero sin dejar de ver a Dylan.

Yo me pongo de pie y acorto la distancia para tomar uno de los brazos del pelirrojo y tiro de él hacia atrás. Cuando me mira su rostro se relaja.

—¿Qué te picó? —pregunto entre dientes —Ya vámonos, perdí el apetito —no suelto su brazo mientras lo saco del local. En ningún momento pone resistencia y me sigue en silencio.

Una vez afuera lo suelto y sigo caminando hasta el auto. La lluvia sigue presente cayendo sobre nosotros.

Escucho como desactiva el seguro y sin esperar me adentro al auto. Me quito los guantes y limpio mi cara. Dylan sube y no dice nada cuando enciende el auto para salir de aquí y comienza a manejar sin rumbo fijo.

—No sé quién te crees o quién crees que es Morgan, pero no puedes comportarte de esa manera, él-

—Él te gusta, Melanie —me interrumpe —O te gustaba, yo que sé —bufa y yo niego. Sus celos están muy mal —A mí no me puedes mentir, soy un vampiro, nuestra habilidad es el poder mental y como tal puedo ver tus emociones o al menos las interpreto muy bien —se aferra al volante y veo como poco a poco está manejando en dirección a la universidad —También pude oír los latidos de tu corazón cuando-