Dylan Neil [✔️]

13. Una visita

Melanie

Y el día llegó, no solo la gran apertura de la joyería Neil, hoy se reciben las boletas de calificaciones.

—¿Nerviosa? —me pregunta Kalev una vez que nos sentamos en el comedor.

Nuestra madre solo nos mira seriamente.

—No lo llamaría nerviosismo —digo sincera.

—Solo denme las boletas —mi mamá extiende las manos sobre la mesa y Kalev y yo le ponemos los sobres en ellas —¿Alguno quiere saber la suya primero? —pregunta y yo me encojo de hombros en la silla.

—Supongo que yo —responde Kalev.

—Entonces supongo que abriré el sobre de Melanie primero —dice ella mirándome y yo suspiro.

"Por favor una C, por favor una C..."

Mi madre rasga el sobre y comienza a leer las notas de este semestre. Su rostro no me indica nada. Solo veo sus ojos pasar a cada lado sin expresión alguna.

Kalev me da palmadas en el hombro dándome tranquilidad. Yo le dije que había reprobado, pero en realidad aún eso no estaba del todo seguro. Tenía posibilidades de que la profesora me diera una oportunidad o tal vez no y la entiendo totalmente si no me aprobó ya que es algo que yo misma busqué.

—Bien, creo que alguien se quedará sin celular el próximo semestre —dice mi madre seriamente y yo cierro los ojos rendida. Ella me da la boleta y yo observo una enorme D en esa materia, en todas las demás hay un par de C's y una que otra B.

''Mierda... No es una F, pero igual la debo volver a dar...''

—Ahora Kalev.

—Lo siento... —susurra mi hermano y yo niego.

Meto la boleta en mi chaqueta y veo a mi madre abrir el sobre de Kalev. Lo revisa, lo lee y le da una palmada en la espalda a mi hermano.

—Felicidades, hijo, buen inicio de semestre —dice en un tono neutral y luego le da la boleta a Kalev. Se pone de pie y sale de la cocina.

"Tan cariñosa como siempre..."

—¿Puedo ver? —digo sonriendo y él suspira aliviado dándome sus notas.

En su mayoría A's y unas cuantas B's. Es un buen alumno de eso no hay duda.

—Muchas felicidades —lo abrazo —Estoy muy orgullosa de ti.

—Y yo de ti —me dice una vez que nos separamos.

—¿Y de mi por qué?

—Melanie, una mala nota no te califica como una mala estudiante —sonríe —Eres mucho más de lo que eso representa. Saldrás mejor el otro semestre, te ayudaré.

—Gracias —susurro.

—¿Nos vamos? —mira su reloj —Hace más de dos horas inauguraron la joyería de tus amigos los raros.

—No tengo ganas de ir —respondo sincera.

—No te pongas así, debes ir, además tienen descuentos en joyería y quiero regalarte algo, ¿qué dices?

—No quiero que me compres algo, no lo merezco. —me pongo de pie con los ojos llorosos.

No creí que me fuera a afectar, ya sabía que no aprobaría la materia. Se sintió fue peor ver la mirada de decepción de mi madre porque, aunque no me gritó o me insultó como suele hacerlo a veces, su mirada bastó para hacerme sentir mal.

—Melanie... —Kalev me toma de la mano y yo me suelto en seguida.

—Solo déjame sola unas horas, tomaré una siesta. —sonrío o eso intento. Él frunce los labios sin decir nada. —Si vas a la joyería diles a los chicos que me sentía mal y que me disculpen por no estar allí.