-Iba para allá.- asegura tambaleándose.

¡Los odio a los dos!

-¡No hay excusas y tú papá eres un irresponsable!.- lo regaño. -¡Ahora basta de este escándalo par de borrachos y Jáuregui busca donde dormir porque conmigo no dormirás!.- le aseguró.

-Lo siento amor.- me dice ella con un puchero.

-¡Nada que lo siento!.- le grito gruñendo.

Volví a la oficina viendo cómo ambos chocaban entre sí volviendo a entrar, pero no los iba a ayudar que se golpearan por andar de ebrios un sábado por la noche sabiendo que el día siguiente era un día más que importante. ¡Par de irresponsable! Y estoy segura que toda la culpa es de Alejandro porque le encanta el vino y se les pasa las copa cuando tienen una buena conversación con alguien.

¡Par de idiotas!

¡No les iba a hablar a ninguno de los dos!

¡Ojalá que me dure el periodo para siempre Jáuregui para así dejarte sin sexo por el resto de tu vida tonta!.

Que me hacían pasar rabias.

¡Si se odiaban! ¡¿Como terminaron cantando el himno nacional abrazados?!

¡No los entiendo!

-Pinchechita...- Lauren se acercaba a mi. -Perdón.- logró decir.

-Nada que perdón aquí, mira cómo estás de borracha, no puedes ni dar dos pasos bien porque te tropiezas con algo, no son formas.- le digo molesta.

-Es que... me gusta el vino.- me dice con un puchero.

La ignoré por completo, viendo cómo mi papá salía de la oficina apenas riéndose diciéndole a Leo que lo guiara a su habitación entre sus murmullos.

¡Habían arrastrado a mi hijo con ellos!

¡Par de irresponsable!

Ahora si que le quitaré toda la custodia a la tonta de Lauren por mala suegra, por mala abuela y madre dejando a la familia de Leo sólo para arrastrarlo con ella a esta locura. ¡Mala persona! Más encima me habían despertado a mi.

No se la perdono.

Me asegure a que papá entrara en su habitación sabiendo que tendría su propia discusión con mamá y de seguro mañana andaría todo el día buscando la manera que ella lo perdonara por haber llegado en esas condiciones. ¡Se lo merecía por borracho!. Lauren caminaba a mi lado, al menos eso intentaba cada vez que su cuerpo se iba para todos lados, llegando apenas a nuestra habitación donde entró murmurando cosas que no escuché porque no se le entendía absolutamente nada.

-¡Te dije que no ibas a dormir aquí!.- le exclamó sería.

-Pero pinchechita...- me dice haciendo un puchero. -Yo quelo dolmil cooooontigo.- arrastró la "o" mirándome a los ojos afirmándose de la puerta.

-Yo no contigo, me despertaste y me dijiste que volverías de inmediato, más encima arrastraste a Leo contigo, no te lo perdono.- le digo sería. -Busca donde dormir porque conmigo no.- le ordeno. -Que vergüenza.- susurró caminando lejos de ella.

Pero sus brazos rodearon mi cintura por detrás acercándome contra su cuerpo sintiendo sus besos torpes sobre mi cuello, susurrando "Perdón".

¡No iba a acceder!

-Yo... yo te amo, quiero dormir contigo.- murmuro.

-Tambien te amo pero me preocupe y no es posible que hayan terminado de esa manera.- me giro mirándola a los ojos. -Pero no vas a entender nada porque estas ebria.- solté un suspiro.

El Poder. CamrenWhere stories live. Discover now