Camila.
-¡Para idiota!.- grite empujándola a un lado.
-Pero si no estoy haciendo nada.- se excusa con su tonta sonrisa inocente.
-No estoy haciendo nada te voy a poner.- le di un golpe en el brazo, ella se seguía riendo.
¡No es chistoso!
¡La iba a matar!
-Pero si no es nada, sólo eran unos besitos.- me dice, dándome un beso corto en los labios. -No es mi culpa que tu piel sea tan apetecible princesita.- se excusa.
-Es tu culpa no controlarte cuando sabes que no podemos hacer nada tonta.- le digo sería cruzándome de brazos.
-¿No te gusta que te de besitos?.- me dice haciendo un puchero con su mirada "triste".
¡No hagas eso que me dan ganas de abrirme de piernas y que quites esa mirada tonta! ¡Y llenarla de besos hasta que quitara esa tonta mirada!
La odio.
-No cuando no puedo hacer que esos besos terminen en mi coño.- le digo vulgarmente porque estaba enojada.
-Que ordinaria te has puesto princesita.- me dice riéndose, se acomodo a mi lado poniendo su mano sobre mi abdomen.
-No, tú me haces perder la paciencia.- le señaló y Lauren volvió a reírse.
-Solo eran besitos.- protesta.
-No eran sólo besos cuando me dejaste llena de baba Jáuregui.- le digo, Lauren se encogió de hombros haciéndose la inocente de nuevo.
-¿Prefieres la baba de los Pulgosines?.- cuestiona, y negué de inmediato.
-No prefiero ninguna, me caen mal todos ustedes incluso los cachorros.- le digo molesta.
-¡Más respeto con tus nietos!.- dice ofendida. -Mala abuela...- dice negando.
-La única mala abuela eres tú que ni los visitas, y abandonas a su mamá como si nada.- le protesto.
-No la abandone, la deje con el Amor de su vida.- señala, sonriendo triunfante. -¿o quieres separar a la familia?.- cuestiona..
-No se trata de eso, idiota.- le digo sería. -¿Ves que no puedo hablar contigo de nada?.- protesto.
-¿Por que no?.- me dice alzando una ceja.
-Porque de todo haces una maldita broma intentando hacerme enojar.- le digo gruñendo.
-Es que me gusta verte enojada, te vez más caliente y no tan "Soy la princesita".- me imita.
-¡Yo no habló así!.- le saque el dedo de al medio. -Me haces ver como una adolescente de dieciséis años Jáuregui.- le digo protestando.
-Pero si lo eres internamente.- asegura ella, la iba a golpear pero antes me beso suavemente evitando mi agresión suave. -No te enojes princesita, solo estoy bromeando contigo.- me asegura.
-No me gustan tus bromas, más si me dejas caliente y frustrada.- le digo bufando, haciendo yo esta vez un puchero.
-Nos queda poco para quitar toda esa frustración.- me asegura, beso mis labios nuevamente. -Y tú no querías acostarte conmigo.- dice riéndose.
-Aun no lo quiero pero a veces hay que sacrificarse.- siempre ganando nunca inganando.
La tonta de Lauren volvió a reírse. ¡La odiaba de verdad!, no le encuentro el maldito chiste a la situación, si ella no me hubiera arrastrado hasta este punto yo estaría tranquila en mi casa en Los Ángeles, con Leo siendo un perro normal sin tener que cuidar a su hija embarazada, siguiendo con mi vida feliz y perfecta. ¡Pero no! Tenía que aparecer el sapo feo de la historia acosándome... bueno no es acoso cuando uno lo quiere, y lo acepta, pero ese no es el tema, el tema es que ella me había arrastrado a seguirla como su tonta amiga sexual. ¡Se dan cuenta en lo que me convirtió! Nunca fui una santa cuando del sexo se trataba, sin embargo tampoco era una adicta, y ahora andaba enojada por no poder follar con la idiota.
ESTÁS LEYENDO
El Poder. Camren
FanfictionA sus Veinticuatro años de edad estaba jugando en uno de los equipos más Grande de Europa a nivel femenino, El Barcelona. Tenía el sueldo más alto del equipo y las tediosas comparaciones con el mejor jugador de fútbol del equipo masculino, Lionel Me...