—Encantador—dijo Namjoon secamente, o más bien lo intentó, pero su voz salió un poco entrecortada.
Kim levantó la cabeza de su cuello. Sus pupilas estaban completamente dilatadas mientras su mirada alternaba entre los ojos y la boca de Namjoon.
—Voy a ir a tu casa esta noche y vamos a follar—eso no fue una pregunta.
Namjoon se humedeció los labios.
—¿Ya te olvidaste de los gemelos?
Respuesta equivocada. Debió haberse negado rotundamente. Kim se quedó mirando sus labios, sus pulgares acariciando el vientre desnudo de Namjoon.
—¿No se supone que los niños deben irse a dormir temprano?
—Yo... No puedo dejarlos solos. ¿Qué pasa si se despiertan?
—Seremos silenciosos.
Namjoon no estaba seguro de poder ser silencioso. No cuando él ya tenía que tragarse sus gemidos sólo por tener las manos de Kim sobre su estómago.
—Pero...
—Voy a ir esta noche—dijo Kim con firmeza—y vamos a follar.
Comenzó a inclinarse para besar a Namjoon otra vez, pero se detuvo, miró hacia otro lado y salió de la habitación.
Namjoon golpeó su cabeza contra el muro y tuvo que esperar un tiempo hasta que su excitación se desvaneciera y pudiera pensar - y moverse – de nuevo.
—Es usted muy amable de dignarnos con su presencia, señor Namjoon—la profesora Travis dijo cuando entró en el salón de clases—Sólo veinte minutos tarde.
—Lo siento, profesora—se excusó Namjoon tratando de no retorcerse bajo su aguda mirada. A la profesora Travis nunca le había agradado particularmente, pero en su clase era en realidad uno de los mejores, por lo que por lo general no tenía razón para criticarlo. Hasta ahora.
—¿Tiene usted alguna explicación, Namjoon?
Namjoon se frotó la parte de atrás de su cuello.
—De hecho, sí. El profesor Kim tenía una tarea urgente para mí. Él me dijo que le pidiera disculpas a usted en su nombre. Él es la razón por la que llego tarde.
Las cejas de la mujer se elevaron.
—¿El profesor Kim Seokjin?
—Sí—dijo Namjoon, tratando duro de no reírse. No podía imaginar a Kim disculpándose por nada, y mucho menos con esta mujer—. Lo siento mucho por mi tardanza, pero si usted tiene un problema con ello, debería dirigirlo hacia el profesor Kim.
Como el infierno que lo haría. La profesora Travis todavía parecía desconcertada, pero asintió con la cabeza.
—Muy bien. Siéntese, Namjoon.
Namjoon se dirigió a su asiento habitual junto a Hoseok.
—Una tarea urgente, ¿eh? —Hoseok murmuró tan pronto como Namjoon tomó su asiento— ¿Cómo chuparle la polla?
Namjoon sintió que se sonrojaba.
—Vamos...
—Mira—susurró Hoseok silenciosamente, con sus ojos marrones mirándolo intensamente—, no estoy juzgando. Pero tú no debiste haber mentido. Se terminó, mi culo.
Namjoon hizo una mueca.
—Realmente pensé que todo había terminado, lo juro. Y lo está
—¿Pero?
Suspirando, Namjoon murmuró:
—Soy un poco realmente malo en pensar con mi cabeza cuando pone su lengua en mi boca.
Hoseok lo miró fijamente durante un rato antes de sacudir la cabeza lentamente.
—Esto es tan raro, hombre. Quiero decir, este no es ni siquiera un tipo cualquiera del que estamos hablando, ¡es Kim Seokjin!
—Lo sé. Sé que es raro y estúpido, y totalmente loco y sin sentido. Él es todo lo que yo no quiero, pero al mismo tiempo... Mierda, está jodiendo mi mente.
—Pero todavía lo quieres.
—Sí—admitió Namjoon.
—Así que, ¿qué vas a hacer al respecto?
—Él cree que si cogemos un par de veces más, estamos obligados a que se vuelva aburrido—Namjoon se reclinó en su silla, pasándose una mano por la cara—. Será mejor que esté en lo correcto.
Será lo mejor.
