EL NIÑERO - JJK & KTH (EDITANDO)

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 ⁴

Luego de un recorrido de menos de quince minutos en el transporte, ambos llegan al supermercado sanos y salvo. Gracias a Dios, JungKook no intentó nada mas durante el trayecto y TaeHyung estaba más que agradecido.

TaeHyung alza su vista contemplando el lugar en silencio, aunque no era primera vez que visitaba uno, ya que a veces hacía las compras con su madre y era algo común para él, pero esta vez no estaba con su madre en una salida por compras exprés, si no, que estaba con su niñero.

Y eso, le daba un completo giro a todo.

JungKook por su parte tomó un carrito de compras antes de girarse hacia TaeHyung  que lo esperaba a sus espaldas como un niño obediente. Sus manos estaban guardadas en su sudadera y cuando cruza miradas con JungKook, no pudo evitar sonrojarse por la loca idea que le cruza por su mente cuando ve a un par de chicos corretear por uno de los pasillos con el carrito de compras.

Traga poquito, antes de esfumar esas ideas de su cabeza.

—¿Vamos?—JungKook dice una vez esta en sus manos el carrito de compras.

TaeHyung asiente un poco dudoso, tragando esta ves, quizás más nervioso.

—Pue... ¿Puedo subirme?— pregunta con vos chiquita, casi un susurro que por suerte el otro pudo escuchar.

«A la mierda la vergüenza» piensa, cuando los ojos de JungKook se agrandaron un poco.

—¿Eh?

TaeHyung trago duro otra vez, antes de señalar el carrito de compras con su dedo.

—Hablo de... sentarme en el carrito— explica un poco abochornado por la situación. JungKook no le responde en el instante, parece pensarlo y TaeHyung estuvo a punto de decirle que era una broma y que no le diera importancia, pero entonces el otro ladea su rostro con una ceja alzada. Su rostro tan sereno, aunque la confusión seguía ahí.

—Pero... ¿y en donde echó lo que compraremos?— señala confundido y a la vez un tanto divertido con la situación.

Si bien, tiene a TaeHyung catalogado como un chico raro, que le estuviera pidiéndole subir al carrito de compras, era otra cosa. Era una pequeña faceta que no habría imaginado de él. Aunque le causará un poquito de ternura.

—Si va a caber, solo será... un pequeño espacio— indica TaeHyung con los nervios a mil. JungKook se rasca la nuca sopesándolo nuevamente, pero termina asintiendo un poco desconcertado.

Desconcertado en el sentido, que no se imaginó que TaeHyung le pidiera algo así...

Suspira.

—Está bien— accede, señalando el carrito con un movimiento de cabeza. TaeHyung lo mira con ojos grandes y labios entreabiertos, no moviéndose. Le alzó una ceja —Que esperas, sube— le indica suavemente cuando ve la indecisión en los ojos de TaeHyung.

TaeHyung lo mira tragando grueso, la vergüenza siendo algo ya natural en él. Oh, Dios. JungKook le arruga el entrecejo.

—Es que—intenta decir, pero entonces baja la cabeza con vergüenza. JungKook es paciente al momento de no apurarle, así que espera un momento antes de que los labios del menor se abran, dejando salir en un pequeño susurro que JungKook alcanza a escuchar —¿Me podrías subir?

El silencio que le sigue a eso fue lo mas horroroso que TaeHyung pudo experimentar a sus dieciséis años.

Estaba a punto de echarse para atrás cuando nuevamente la voz de JungKook lo trae de vuelta de sus pensamientos.