3. Estoy bien

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Tweek te veo más abrigado, ¿Estás bien? — Donovan sentía preocupación por el otro, en almuerzo Tweek desaparecía, cada vez se abrigaba más y no lo veía con su café, algo extraño en él.

si, no te preocupes Clyde, estoy perfectamente bien — el rubio cerró el casillero detrás suyo y se colgó la mochila — nos vemos

Clyde notaba que Tweek no estaba bien,  Token también lo había notado, ambos se preocupaban por su amigo, al menos ellos lo consideraban así, ya que solo token comía con tweek, Clyde era popular y se sentaba en otra mesa.

El castaño volteo y se encontró con la mirada a su amigo moreno.

No está tomando café desde dos semanas, algo le pasa — ¿Qué tweek deje el café? Eso es algo "imposible”

La preocupación los carcomia.

Tweek cada día se veía más cansado, más pálido, más ojeroso,  desgastado, sin energía.

Creo que debemos hacerle una cita con  Mr.Mckey Black asintió con la cabeza y fueron a buscar al de camisa verde.

Mm .... Mmkey — el rubio estaba sentado en frente del consejero, no le gustaba ese lugar, sentía que su estomago se revoltijaba.


— Tweek, sabes que estamos aquí para apoyarte, unos amigos me contaron que no estás en almuerzo, y me gustaría empezar por allí — el hombre de camisa verde busco entre su sus pies — esto es  una balanza — tweek arrugó un poco el entrecejo, el estaba bien, se pesaba todo los días.

Yo estoy bien — dijo el rubio, pero Mackey le hizo caso omiso.

que esto te puede molestar, pero necesito que subas, luego te mediré el rubio no le quedó otra que subir a la balanza, luego le midió la altura y tomó asiento, la cara de el consejero le decía todo.

Mmkey, tweek, ¿Sabes cuánto debes pesar si mides 1.71? — el rubio lo miro, claro que se había informado, pero esa información le parecía falsa, hecha por el gobierno para que engorde — Tweek, pesas 56k, eso no está bien — se venía otra gran charla.

Allí estaba él, en el doctor junto a sus padres, habían pasado 3 semanas desde la conversación con Mackey.

Anorexia — la palabra resonó por el cerebro del rubio ¿Él? no no no no, él no lo era, el solo quería el cuerpo perfecto para que todos lo quieran, el no quería estar gordo.

Los padres del rubio mostraron una gran preocupación.

Con una sutil voz, la madre del rubio habló — Tweek, ve un minuto afuera, después vamos por ti — el rubio miró a sus padres, salió de la sala, algo malo le esperaba.

— ¡No¡¡No me pueden mandar allí! — había pasado dos meses, y Tweek seguía sin comer, y si lo hacía lo vomitaba, con cada día que pasaba tweek bajaba de peso.

— ¡No es una pregunta Tweek!¡Vas a ir porque es por tu bien!¡Mañana mismo vas a internarte al hospital! — era la primera vez, en toda la vida que su padre le gritaba, y se sintió mal, solo miro abajo, y subió las escaleras.

What the f*ck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora