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–Pequeña ratita… –proclama la viejecita al lado de él y propinándole un certero golpe con su bastón en la cabeza– la chica se preocupa por ti y tú,  respondes tan altaneramente… Vaya, vaya… Esa no es la crianza que te he dado, pequeña lagartija – Otro viaje del bastón se dirige directo a la cabeza del maknae, de no ser por mi mano…

– Tranquila, yo he sido una metida… mejor me iré… Disculpen las molestias… – Aparto mis manos y me dispongo a caminar –

                            +++

¿Por qué todos me tratan como un niño? Es cierto que en cualquier oportunidad que aparezca digo que soy el maknae, pero es que a veces me tratan como un adulto y no lo soy. Me siento molesto. Yo sé que no debí ofender a esa Noona por su edad. Total no lucía mayor. Es que acaso todos piensan que pueden opinar en mi vida. Si yo quiero beber alcohol, pues lo hago y ya. Soy mayor de edad. ←En realidad, el alcohol no me gusta→ Es amargo. No entiende a la gente que lo bebe como si fuera delicioso. No entiendo a Yoongi hyung y mucho menos a ese tonto de Jimin. En realidad ya no sé lo que quiero.

Desde que confesé a Jimin que probablemente tenía gustos pecualiares, este solamente se burló de mí. Me dijo cosas terribles. Si tan solo supiera… Pero hyung es un tonto. Es más, ni siquiera lo llamo hyung.

    ~~~~~Inicio del Flashback~~~~~

El castañito y el rubio se encontraban en una partida de Resident Evil 4. Jungkook iba ganando en los mercenarios con el personaje de Albert Wesker y Jimin perdiendo con Jack Krauser.

— Todavía no entiendo cómo me estás ganando con Wesker — agrega Jimin con tono exasperante en su voz— Tengo al más poderoso de todos, Krauser — Mientras habla imita al personaje como si perforara el corazón del más joven con la garra mutada gigante — Es decir, tiene velocidad sobrehumana, energía, fuerza y ha vencido a la muerte — Añade con orgullo esperando la reacción del contrario—

— Jimin, no todo es fuerza bruta. Wesker contiene su fuerza y usa su inteligencia — Señala victorioso con una gran sonrisa—

— Eso y una gran magnum, claro está… sin esa arma Wesker estaría perdido.

— Te olvidas del puñetazo asesino —añade Jungkook como si con ese dato se terminaría la contienda.

—    Kookie, ¿y si mejor vamos al parque a comer un helado? Quiero ir a esos carritos que venden de los de menta.

—    ¿Estás bromeando, verdad? ¿Te olvidas que somos Idols?

Kookie, a veces suenas tan aburrido. Además, ¿Qué es lo peor que nos puede pasar?

No sé, déjame pensar. Pues claro que nos pueden raptar, violar, asesinar o extorsionar.

Una ruidosa carcajada emerge del interior de Jimin— Pero Kookie, ¿de qué estás hablando? Nuestras fanáticas son puras mujeres… Si intentan violarnos, creo que no será meramente una violación.

Eres un asqueroso. No todos pensamos igual que tú. Yo no pienso así.

Son mujeres, Jeon Jungkook. Podrías hasta disfrutarlo o acaso… —El semblante de Jimin se tornó serio y se acercó poco a poco a un tímido Kookie que abría sus ojos en demasía al sentir su espacio vital siendo súbitamente invadido. Los prominentes labios se acercaban a los finos del menor. Su mirada se mantenía intermitente entre los labios y ojos del contrario. El calor que sentía en su cara no iba a tono con la temporada helada. Sentía que un infarto fulminaría su vida. Curiosamente, eso es lo que deseaba con tal de cortar el momento.

Esta cercanía era más de la que Kookie podía soportar, más de la que estaba acostumbrado al ser Jimin un chico pegajoso. Era normal que el mayor quisiera abrazarlo y darle mimos. Para Jungkook, esto era un juego inocente de parte de su hyung. Trataba de no pensar si este poseía deseos o sentimientos especiales hacia él. No quería hacerse ilusiones. Simplemente no le cabía en su cabeza que él sintiera algo por alguien como él.

Yo sé que quieres Kookie, déjate llevar ¿si…? No tienes nada que perder —añade en tono demasiado sensual para la cordura de un castaño que casi se desmaya en el piso.

Eres un… un… — con voz temblorosa añade Jungkook tratando de apartar al mayor de su regazo. No puede saber en qué momento terminaron en una posición tan comprometedora. Si alguien entrara a la habitación, descubrirían sus sentimientos por el rubio y todo se iría al caño.

Soy demasiado sexy, eso quieres decir, ¿cierto? Tranquilo, lo sé. Hoy seré solamente de mi Kookie. Olvida salir. Nos podemos quedar en este cuarto. Duermes solo, ¿no? Nadie vendrá a molestarnos. Ven aquí mi afeminado conejit…

Tomando una bocanada de aire y aventando a Jimin a un sillón, mientras se levanta enfurruñado y con los ojos escurriendo el amargo líquido, reúne toda la fuerza que aún sostiene su cuerpo — Eres un imbécil, Jimin. — Sale corriendo de su propia habitación queriendo borrar de sus brazos el toque del rubio. Tropieza con Tae en el camino quien intenta, en vano, en saludarlo pero el castaño es más hábil y atraviesa como un venadito la puerta de la sala sin darle la cara a su apreciado amigo.

Taehyung siente una corazonada al darse cuenta que el maknae, aparte de correr como desquiciado, lloraba amargamente. Esto definitivamente tenía que ver con el rubio que no asomaba la cabeza. El pelirrojo se dirigió a la habitación del menor, de donde pensó que había sucedido lo que ocasionó su reacción. Encontró a Jimin en la ventana, viendo el horizonte como un alma en pena. Se acercó a él y lo tomó por el hombre para que lo viera al haberlo llamado sin respuesta alguna.

¿Qué le hiciste a Kookie, Jimin? —Tae entrecierra los ojos tratando de descifrar el lenguaje en los gestos de un apagado y callado Jimin.

Mmmm… — permaneciendo impávido, Jimin evita la mirada de Tae.

Entonces, le hiciste algo. Lo digo porque no lo negaste. ¿Ahora qué le rompiste? ¿El control remoto o el juego ese de Resident Evil? Jimin, sabes que Kookie ama sus juegos, deberías cuidar más sus cosas o nunca más te las prestara… además... —Es interrumpido por una lágrima que desciende de un ojo por la abultada mejilla rosada del más bajo

Kookie debe odiarme ahora — Los sollozos no tardan en venir. Se hace un ovillo en la cama del maknae pidiendo perdón en voz alta mientras toma su pijama y la hala queriendo deshacerse de la culpa por medio de tal acción.

Tae se acerca y trata de calmar a Jimin. Bien sabe que este no soltará información alguna al verse tan afectado. Sin embargo se imagina por donde van las cosas ahora. Si Jimin tuvo la culpa, eso significa que Jungkook lo debe estar odiando ahora. No existe persona más rencorosa que un Kookie molesto. Debe hallar la forma de reconciliarlos. Mientras tanto, debe calmar a Jimin que es todo un manojo de nervios en el momento. Después debe descubrir qué demonios pasó entre esos dos que siempre se han peleado, pero esas riñas eran sin sentido y ambos terminaban riendo. Esto, al parecer, era diferente.

Nota de la autora

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Nota de la autora.

Ay mamita, un nuevo ship activado. Poco a poco se irán desactivando. En mi país no para de llover. Estoy en la oficina muriéndome de frío porque me gusta. Mañana se celebra el día de las madres acá. Nota #6: Me encanta estar sola. ¿Ustedes, cómo lo celebran en su país? ¡Gracias por su valioso tiempo!

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⏰ Last updated: May 29, 2019 ⏰

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Mi Idol no es afeminado.Where stories live. Discover now