Luego acostumbraba a tener sexo con algún idiota, siendo yo la que tenía el control, siempre lo tenía. Pero nunca me abría a tener algo más con estos chicos y lo más que llegábamos era a un noviazgo fracasado por lo que yo no sentía. Supongo que eso le cabreaba a mi papá un poco, el que fuera fan indecisa con los chicos, que no los viera para algo serio, pero tampoco quería estar con alguien que me quisiera por mi papá y no por lo que realmente soy.

En cambio Lauren... odia a mi papá, y lejos de molestarme me causaba risa porque mi papá odia a Lauren en su guerra bastante infantil por discusiones en una red social. Ambos eran Tan parecidos en lo terco que en el fondo sabía que cuando ellos se conocieran verdaderamente se darán cuenta de lo errónea que son sus posturas, pero primeramente se iban a odiar, tirar odio mutuo, comentarios pesados intentando ganar una batalla sin fin de cual tenía la mayor razón. Pero por eso Lauren era diferente a todos los demás, empezando porque era una mujer, sino porque ella me buscó por ser yo, jamás por ser la hija del presidente... bueno quizás un poco pero no porque quería agradarle a él, incluso creo que lo hace para fastidiarlo A él, aunque nunca lo ha dicho, pero ella no planeo estas vacaciones para luego irnos con mi papá, de hecho eso sería caótico en todos los sentidos, ella lo hizo porque de verdad quería estar conmigo, con los perros disfrutando de un buen momento.

Me gustaba Lauren, me gustaba estas pequeñas cosas que ella hacía, que la hacían ser diferentes a todos los demás.

Lauren era diferente, pero aún así era una idiota, tonta, salvaje, arrogante que me caía mal. Eso nunca cambiaría.

Y no quería perderla, no a ella.

Era día Viernes, las cosas estaban más tranquila cuando la prensa no tuvo nada más que decir sobre nosotras al no tener más material vinculándonos sobre algo que podía suceder entre ambas. Solo quedo en una amistad pasajera, eso fue una buena noticia tanto para mi como para la tonta de Lauren en Miami que estaba disfrutando con su familia pero que aun no contaba nada de nosotras más que decir que me conocía desde hace un tiempo pero nada más a fondo.

¡¿Por que me niegas de esa manera?! Y si me molesto un poco que no dijera que tenía algo conmigo siendo que yo le dije a mi mamá que tenía algo conmigo.

Odiaba que me ocultaran.

Y no lo iba a permitir.

-¡Y ustedes dos que miran!.- les digo a los perros. -¡Lárguense con la idiota que tienen como dueña!.- ellos me miraron sin entender nada pero aún así eran los responsables de todo esto. -No si somos amigas.- imito a la estupida de Lauren. -¡Es una cobarde!.- exclamó.

Los perros decidieron ignorarme yéndose lejos de mi. Me daba rabia que dijera que éramos solo amigas, estaba enojada con ella y no pensaba hablarle, no más. ¿Que se cree? Andar negándome a mi, nadie me niega menos la idiota más grande del planeta. Me cae mal, la odio y estoy dispuesta a joder todos sus malditos planes por estar haciendo esto a mi.

¡Nadie me niega!

Iría a Miami, no hay nada que me impida hacerlo, es fin de semana y el Lunes nos íbamos de vacaciones, vamos a ver si la tonta seguirá estando Tan feliz cuando me vea porque nadie nunca va a negarme. Menos esa fea, sin cerebro buena para nada. Me cae mal, Tan mal que iría a Miami a devolverle a su hija y que me dejara de molestar.

La quiero ver con todos los perros el día del parto.

Vamos a ver si le va a gustar.

Maldita idiota.

Sapo feo.

-¡Nos vamos de viaje!.- le anunció a los perros, ellos me miraron raro una vez más.

El Poder. CamrenWhere stories live. Discover now