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Cinco esperaba adentro del edificio, en su mano izquierda estaba aquella protesis ocular que había encontrado en la catastrofe, impacientemente aguardaba por Iris, la cuál trataba de despertar a su padre, para decirle que la esperara un par de horas.

Un hombre con bata blanca, cara regordeta y ojos claros, se percató de la presencia del azabache.

—¿Puedo ayudarte?—pregunto anonado.

Cinco dió la vuelta y camino hacía el.

—Necesito saber de quién es esto.—agarro la prótesis con su dedo índice, corazón y el pulgar.

—¿Dónde lo conseguiste?—preguntó a el niño.

—¿Qué le importa?—Cinco preguntó con obviedad.

El trabajador le dió una corta mirada descarada.

—Bien.—susurro arrogante—Lo enconté en un patió de recreos, la verdad.—le sonreía con ludibrio—Debe haber,—chasquió la lengua—aparecido.—el robusto incredulamente lo escuchaba—Quiero devolvérselo a su dueño.—

—Aw,—la secretaría exclamó con cariño—que joven tan considerado.—

—Así es.—sonrío como el narcicista que era—Búscame el nombre ¿sí?—

La dulce secretaria penso en lo grosero que era la juventud de ahora, si solo supiera que es un viejo verde atrapado en un adolescente no dudaría de la generación.

—Disculpa,—intervino el robusto—pero los registros de pacientes son confidenciales.—explicó—Significa que no puedo decir...—

—Se lo que significa.—Cinco habló con un tono evidente.

—Te diré lo que puedo hacer:—trató de ayudar al azabache—me quedaré con el ojo y lo devolveré a su dueño, seguro él o ella estará agradecido, así que si puedes...—trató de agarrrar la prótesis de las manos del joven.

—No tocarás este ojo.—amenazo Cinco.

—Escucha, jovencito...—Cinco agarró bruscamente el cuello de la bata blanca y lo acercó a su cara.

—¡No! Escucha tú, imbécil.—la mirada de Cinco era agresiva hacia el trabajador—Pasé mucho por esto, por mierda que tu pequeño cerebro no podría comprender— con rabia explicó—así que dame la información que necesito—su tono cambio a uno más cínico—y seguire mi camino.—

La expresión del robusto era pasmada.

—Y si me vuelves a llamar jovencito una vez más atravesaré es maldita pared con tu cabeza.—su furioso ser hablba entre dientes.

—Cielos.—titubeó la dulce secretaria.

Con miedo el robusto hablo—Llame a seguridad.—la secretaria inmediatamente levanto el teléfono.

Encrespado soltó destempladamente su cuello, haciendo que el robusto se arreglara la vestimenta y Cinco saliera caminando del lugar.

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Iris no logró despertar a su padre, solo dejo una nota avisandole que vendría tarde a su casa como el último día, con apuro revisó el reloj y se dió cuenta que ya estaba atrasada del encuentro que había acordado con Cinco.

Cerró la puerta y caminó a aquel lugar, los autos la ponían nerviosa, procuraba caminar rápido al pasar al lado de uno.

Llegó al edificio y esperó alguna señal de la presencia del azabache, despues de unos 15 minutos se lo encontró en compañia de Klaus.

Wonderwall ❚ Number Five ❝The Umbrella Academy ❞ Where stories live. Discover now