Instituto [McLennon]

[9]

Me encontraba sobre un colchón, suave, con mi vista bloqueada por algo que percibía como un trozo de tela. El ambiente era caluroso, cerrado, y un cuerpo sudoroso se removía junto al mío.

Una melodía muy característica se podía oír muy bajo, la reconocía pero no lograba dar con el nombre de la canción.

-Pa..paul -susurraba una voz ronca en mi oído al tiempo que unas manos me recorrían y desprendían aquello que no me permitía ver.

-Mhm...ah...-musité abriendo mis ojos no logrando evitar gemir ante la sorpresa, la mirada del castaño me deboraba- Jo...John...¡ah!

El castaño había introducido violentamente su dedo mayor en mi entrada. Lentamente comenzó a simular círculos con el movimiento, lo único que pude atinar a hacer fue sujetar con desesperación su cuerpo.

-¿Acaso no te gusta?...¿no es esto lo que querías...? -indagó con extrema sensualidad.

-Ah...ah...si...-de pronto y sin aviso sumó su dedo índice al juego- ¡Ahhhh!

Con su mirada penetrando la mía llevó su mano libre a mi boca, tapándola, evitando así que pudiera liberar gemidos muy altos.

-Lo siento ah...-rió bajito con su voz grave-, pero pueden oírnos...¿está bien así?...

-Mhm...-asentí como pude.

La melodía que envolvía el ambiente comenzó a subir de volumen, pero el cuerpo de John rozando constantemente el mío, sus manos jugueteando y negándome el habla eran suficiente distracción como para centrar mi atención en aquella música.

-Paul...Paul, despierta -abrí mis ojos abruptamente y vi mi habitación iluminada.

-¿Qu...qué pasa?

Me sonrojé inmediatamente al recordar mi sueño con John, él estaba apoyado en la cabecera de la cama sosteniendo mi celular con una de sus manos. Éste emitía la melodía que oí durante mi sueño y que ahora podía identificar perfectamente , era D'yer Mak'er de Led Zeppelin, mi tono de alarma. Imité su posición mientras el castaño me sonreía algo pícaro.

-Es que he pospuesto la alarma muchas veces, pero pasa un minuto y vuelve a sonar -carcajeó divertido-. No me da la opción para desactivarla.

-Uhm...a ver, dámelo...-acerqué mi mano para tomar mi celular, lo desbloqueé y fui a la aplicación del despertador para apagarlo.

-Oye Paul...¿por qué gemías mi nombre? -indagó sin rodeos al tiempo que me sonreía de lado.

<<¿¡Qué rayos espera que le diga!?

-¿P-Por qué lo dices?...-indagué haciéndome el desentendido.

-Pues...-señaló la parte baja de mi cintura descubierta, ya que las sábanas por casualidad dejaban a la vista mi ropa interior.

Tenía una maldita erección. La tapé lentamente, ya no podía evitar tenerla así que tosí levemente y me dispuse a continuar la conversación. John me observaba con calma pero al mismo tiempo sostenía una inamovible sonrisa en sus delgados labios.

Le había insinuado que durmieramos desnudos la noche anterior, pero finalmente ambos dormimos con poleras anchas y bóxers.

-Uhm...-me acerqué lentamente a él.

-No sientas vergüenza, mira.

De pronto tomó con una de sus manos la sábana que nos cubría y la alzó, dejándo a la vista su increíblemente marcado bulto. Yo me quedé inmóvil fijando mi vista en aquel miembro oculto bajo la delgada tela y relamí mis labios casi por inercia, fueron solo un par de segundos y luego miré su rostro rápidamente.