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Las pieles de ambas adolescentes rozaban entre sí formando un bello contraste al ser de diferentes tonos. La de piel más oscura presionaba la parte baja de la contraria provocando que ésta jadeara.

Varios sonidos indecentes inundaban la habitación en la que 2 jóvenes guitarristas unían sus cuerpos sudorosos y llenos de pasión.

La más alta entre ambas al volver a sentir los besos en su cuello miró el techo reflexionando como es que esa situación se logró formar.

(...)

Luego de la confesión amorosa de ambas, empezaron una especie de relación secreta que llevaban muy contentas, y con el paso del tiempo se intensificaba fortaleciendo su "noviazgo" hasta comenzar a crear deseo en ambas pero no se atrevían en avanzar a eso. Aún así el deseo seguía inminente en sus cuerpos haciéndose notar por los besos húmedos que se daban y algunos toqueteos en el medio de sus muestras "inocentes" de cariño.

Hasta que no pudieron contener aquellos instintos tentadores en explorar el cuerpo ajeno, dejándose llevar hasta encerrarse en el salón de música para privacidad.

La morena salió de sus pensamientos al sentir la cálida lengua contraria pasar por sus pechos arrancándole un gemido ahogado. Sus manos contorneaban las caderas ceñidas de su bella pelimorada, en ocasiones estas bajaban y apretaban sus muslos haciendo erizar a la dueña de éstos.

Sus manos se entrelazaron transmitiendo todos esos sentimientos contenidos que poseían, copiaron esa acción con sus labios saboreando la boca contraria, las 2 sentían que los belfos ajenos tenían el particular sabor a la miel y eso las insinuaba a nunca separarse de aquella sensación embriagante que les brindaba.

Se miraron a los ojos haciendo chocar carmesí con esmeralda transmitiéndose cualquier palabra o frase que demostrara su amor con tan sólo esas miradas. Pegaron un poco más sus cuerpos para más contacto haciendo que ambas gimieran el nombre de la contraria con completa lujuria.

(...)

Brit tenía la vista fija en su móvil esperando que esta vez su alumna le respondiera, luego de que cometieron su "travesura" en aquel salón, la de menos altura estuvo ignorando a la morena haciendo que esta se deprimiera. Era como si lo que sucedió aquel día nunca ocurrió y sólo fue un sueño indebido de la menor, no quería aceptarlo, se negaba a creer que la oji-vino no le tomó tanta importancia a aquel acto y ya se había olvidado sobre ello.

Quería volver a estar con su amada pelimorada, sentir que nunca se iría de su lado, volver a tocar sus suaves labios de tono rosa y saborear aquella sensación parecida a la miel más dulce que se volvería su droga. No pensaba que fue un error el haber hecho el amor con ella pero……

Su celular vibró mostrando de que alguien le había escrito, lo desbloqueó con rapidez para verificar si era un mensaje de Brunilda, y en efecto, lo era.

Al leer lo que mostraba la pantalla sus pies comenzaron a moverse corriendo hacia la dirección que especificó la de piel clara hasta llegar a los casilleros. No había nadie alrededor, sólo Brunilda con sus manos tras su espalda y su vista baja que era cubierta por sus grandes gafas.

Ninguna decía nada. El ambiente se sentía tenso.

Brit estaba bastante nerviosa y se demostraba en su expresión, tenia un muy mal presentimiento de lo que le fuera a decir la chica contraria.

La de baja estatura sólo se lanzó a los brazos de su maestra rodeando su cuello y escondiendo su cara en el espacio entre sus hombros, esto tomó desprevenida a la peliazul que se ruborizó de la sorpresa ¿qué debía decir o hacer? No sabía, no entendía por completo la actitud de la pelimora.

La de baja estatura sólo se lanzó a los brazos de su maestra rodeando su cuello y escondiendo su cara en el espacio entre sus hombros, esto tomó desprevenida a la peliazul que se ruborizó de la sorpresa ¿qué debía decir o hacer? No sabía, no enten...

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—Te amo.

¿Estaba sorda? ¿Había escuchado esas palabras dirigidas hacia ella, proviniendo de la oji-cereza?

Su mente se desconectaba del alrededor al estar fundida entre los delgados brazos, extrañaba esa sensación de calidez que le transmitía la oji-carmesí, en realidad, extrañaba todo y cada una de las cosas que le hacía sentir estar a su lado.

Seguía bastante confusa con respecto a la actitud que había tomado la mayor, sus recientes palabras no concordaban con sus pasadas acciones.

—¿Puedo besarte? — Preguntó de repente la de piel canela en susurro.

—Por supuesto que puedes, Maestra~ —Se colocó en la punta de sus pies acercando un poco su rostro hacia el ajeno, sus respiraciones se mezclaban lentamente, la de más altura observó con detalle las facciones de la pelimorada antes de volver a juntar sus belfos luego de tanto. Aun conservaban el intoxicante sabor a miel que le fascinaba.

Todas las dudas que tenía Brit con respecto a su "Relación" se desvanecieron al sentir las manos de la pelilavanda sobre sí acariciando sus hombros y en ocasiones sus caderas o mejillas. Sentía que su momento romántico nunca tendría fin y quedaría ahogada en la calidez de los brazos ajenos.

Lamentablemente el timbre resonó provocando su separación ya que pronto harían aparición los estudiantes en camino a sus salones.

Brunilda solo le lanzó una dulce mirada a su maestra y lanzarle un beso con la mano para posteriormente desaparecer en camino a su aula.

¿Esto contaba como reconciliación?
Pero ,¿de que se estaban reconciliando? No comprendía absolutamente nada pero ahora su mente no se enfocaba en eso, sino en el sabor impregnado que dejó Bruni en sus labios. Suspiró enamorada.

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Espero les haya gustado el capítulo uwu, no pensé que tendría tanto apoyo ;;;, espero ver muchos comentarios ;3

Cualquier duda que tengan no teman en preguntarme ♥

Adiós ~

Gaby

Magnet [BritxBrunilda]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora