No digas "Adiós"

191 10 0
                                    

Termine llegando a ese panteón, es que no entienden que a él le gustaban las cosas tradicionales, esto está fuera de la tradición, entro en ese frío lugar oyendo mis pisadas, miro a la gente reunida en un solo lugar y me acerco un poco lo suficiente para ver, lo suficiente para no ser visto, no sé si estas personas conocían a Reisi o si solo son hipócritas quedando bien ante la familia, nunca supe de algún primo o familiar que viniera a verle, sabia de sus padres y su hermano porque él lo había mencionado alguna ocasión, pero nunca menciono más, miro a uno que otro llorando ¿esto es real? ¿O me he equivocado?, doy la vuelta pensando en que estoy mal y miro a aquella mujer y metros atrás a la Teniente, este es lugar correcto me muevo haca otro lugar y observo aquel ataúd frío puesto encima de aquel hoyo, no alcanzo a oír que es lo que dicen pero oigo cuando dan la indicación de que le bajen unos hombres se colocan a los lados y empiezan a rodar unas cosas extrañas pero que hacen que el ataúd baje poco a poco, el llanto se hace un poco más fuerte quiero acercarme, detenerlos antes de que llegue más abajo, quiero correr y sacarlo de ahí, quiero que esto sea una estúpida broma - Reisi… - le llamo en un susurro mirando cómo se pierde aquella caja en el fondo – Reisi… - pareciera que querían verme sufrir pues oí cuando toco el fondo, después de quitar las cuerdas un hombre alto empieza a echar tierra encima, tengo un nudo en la garganta – Rei…si… - susurro bajo y siento mis ojos humedecerse ya no me importa si me miran, mis lágrimas salen por si solas y no soy capaz de controlarlas por más que me esfuerce, aprieto los puños y los ojos quiero correr, quiero escapar de esta realidad, ¿Por qué paso todo esto? ¿Por qué tenía que morir? ¿Por qué se tenía que ir?... ¿Por qué…? - ¿Por qué me dejaste solo? – aprieto los dientes escuchando como la tierra no para de caer, no quiero abrir los ojos el sonido me tortura me vuelve loco, quiero detenerlo ¡PARA YA!... ¡BASTA!... acaba de una vez… - … por favor… - mis lágrimas no dejan de caer, escucho pasos alejarse cada vez más abro un poco los ojos y logro ver a aquella mujer junto con dos hombres más, ella deja una rosa roja encima del montón de tierra se levanta yéndose con aquellos hombres que no alcanzo a distinguir, mis piernas me conducen a aquel lugar quedando enfrente de esto que será su tumba, no puedo más mis piernas me fallan y caigo de rodillas, aprieto de nuevo los puños contra la tierra, ahora lo comprendo todo estando frente a esto, a mi cabeza llega cada señal que me dabas de tu cariño, cuanto me cuidabas, las veces que me enfermaba y de alguna forma te convertías en la única persona que me curaba, las sonrisas sinceras que me dedicabas, los besos que me dabas… todo… ahora lo entiendo todo…

Perdón… perdóname por no darme cuenta… de que en realidad te amaba… perdón por ser tan ciego a tus sentimientos… perdón si es que esa vez no te conteste es porque en verdad no sabía que decir o que contestar yo solo… perdóname Reisi – sé que con esto nada conseguiré que ya lo he perdido y que jamás regresara, me aferro más a la tierra mis lágrimas no dejan de salir – Ahora puedo contestarte…

“Y si yo desapareciera… ¿qué harías?”

- Haría lo imposible para que regresaras, te traería de vuelta a mi lado, me entregaría al demonio si es que pudiera… no sé qué voy a hacer sin ti… te necesito tanto… regresa por favor… regresa te lo suplico… ¡REGRESA! – golpeo la tierra pidiéndole a la nada, rogándole a un montículo de tierra que te deje salir, que me deje ver tu rostro, acariciar tu piel, que me deje oír tu voz, mirar tus ojos como cada mañana – Reisi… - vuelvo a susurrar pero sé que no tendré respuesta ya, me resigno al horrible silencio y suelto la tierra que está en mis manos, miro hacia arriba suplicándole a un Dios me escuche y te regrese, mi única respuesta es un cielo gris y una ligera lluvia, me levanto mirando el lugar donde ahora reposaras – tch – desvió la mirada y me doy vuelta – Adiós… – esa palabra me duele pero es la única que me queda por decir, cierro los ojos y empiezo a caminar toco mi pecho intenta controlarme y no siento me collar, lo busco alrededor, le miro cerca de aquella rosa , me acerco una vez más y lo levanto, no se ha roto ¿entonces cómo?

- ¡NO!

Eso ha sido un susurro pero no hay nadie, busco por todos lados… - ¿No qué? – pregunto a la persona que no está aún la buscándola.

- No digas Adiós…

Esa… era su voz… era su voz… cierro los ojos y salgo de ahí lo más rápido que puedo, no puedo soportarlo más.
Salí corriendo de aquel lugar sin importarme nada, puedo jurar que esa era su voz pero… ¿Por qué no quiere que diga Adiós?... suelto un suspiro, quiero llegar y dormir un rato, quiero descansar un poco y olvidar este dolor que siento… aunque sea por un rato.

Un mundo sin ti (MikoRei)Where stories live. Discover now