Pink [JinNam]

Prólogo

"SeokJin es una niña, SeokJin es una niña"

Podía escuchar a los niños riéndose a su alrededor, siempre era lo mismo, se reían una y otra vez de él.

El único motivo que tenían era que le gustaba utilizar un estuche color rosado, o que la mayoría de sus amigas eran niñas.

Él no tenía la culpa que le gustara el color rosa, no tenía la culpa de que algunas de sus cosas estuvieran decoradas de princesas, era un niño como cualquier otro, le gustaba el fútbol, la natación, cocinar, incluso era gran fan de super Mario.

Se agachó para recoger los libros que le habían tirado, rápidamente los guardó en su mochila y se echó a correr hacia su casa.

La primaria había sido un infierno, y la secundaria algo mucho peor.

Fue cuando los golpes se hicieron presentes, robaban sus cosas, se reían de él todo el tiempo desde que una vez dijo que su color favorito era el rosa.

A partir de ahí trató a toda costa de decir que era el rojo, pero nadie le creyó.

Durante educación física le golpeaban con los balones a propósito, también llegaron a esconder su ropa en las duchas, romper sus útiles, las tareas, le habían hecho la vida totalmente imposible.

Miraba hacia abajo, estaba arrodillado en el suelo, atado de pies y las manos tras su espalda, con las medias metidas en la boca a modo de mordaza y desnudo.

Habían roto sus gafas, por lo que no podía ver quiénes eran  los que estaban haciendo aquello pero podía suponerlo, los mismos de siempre.

-El marica está bien dispuesto ahora eh- se rió uno de ellos

-Ya que parece que le gustan los hombres como a las niñas, deberíamos hacerlo una mujer también, ¿No?- otro más se burló

-Oh vamos, ya le hemos maltratado suficiente, sólo miren esas cicatrices en su cuerpo, y también vieron sus muñecas, es un maldito emo- el líder pateó el rostro de SeokJin

El pelinegro emitió un quejido y cayó de espaldas, podía sentir la sangre brotando de su nariz, se ahogaba con ella debido a la mordaza.

No entendía porque seguían con aquello, él no era malo, ya ni siquiera tenía amigos puesto que todos temían ser molestados también como él, y a las chicas no les interesaba por ser alguien débil que no podía defenderse.

Había sido sometido a golpes, desnudado entre ellos y atado sin tener oportunidad de pedir por qué le dejaran en paz.

-Santo cielo, SeokJin- una de las maestras entró al baño

Miró a quiénes lo habían agredido.

-Fuera de aquí si no quieren que les ponga algún reporte, fuera- les exigió a los tres chicos

El líder se burló una vez más y se alejó de ahí, no sin antes insultar algunas veces más al pelinegro y de paso a la profesora.

-Hijo, por Dios- le retiró la mordaza- vamos a dirección, vamos- le ayudó a ponerse de pie

La profesora se detuvo al notar que la ropa había sido mojada con el agua de los inodoros, por lo que envió a alguien por el uniforme deportivo, mientras tanto se dedicó a detener la hemorragia nasal y a cerciorarse que no tuviera alguna herida peor.

El uniforme deportivo también estaba manchado de sangre de otra ocasión anterior, cuando le habían lanzado un balón al rostro y salió sangre de su nariz.

Se vistió como pudo, recogió sus cosas y caminó a paso lento hacia la dirección.

Se tomó el tiempo de explicar lo que había sucedido, después de haberlo callado tanto, sólo para encontrar una respuesta desalentadora.

"Lo sentimos mucho hijo, pero los padres de ... aportan una gran cantidad de dinero a la institución, no podemos decirle nada, ni a él ni a sus amigos"

Tan sólo le dieron la salida y le pidieron que lo callara, asintió mirando hacia el suelo y volvió a casa con unas gafas rotas al igual que su espíritu.

Estaba tan cansado de todo, tan harto de todos, no sabía porque le molestaban así.

No hablaba con nadie, quizá sólo se veía como alguien débil, tan débil e indefenso.

No era pequeño, estaba ya bastante alto a sus catorce años, su espalda se estaba ensanchando, pero aún así su miedo era más grande.

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El día anterior sus padres habían cuestionado mucho, pero tampoco tenía mucho que decir, sólo le había contado lo que le sucedió a un amigo suyo, del cual había comenzado a gustar un poco y al que le confiaba todo.

Llegó a la escuela como era costumbre, mirando a todos lados con temor de que alguien saliera y le molestara, afortunadamente no pasó nada y sus clases continuaron como siempre.

Eso hasta que uno de esos chicos encontró gracioso lanzar sus cosas por la ventana del segundo piso.

Su única reacción fue tomar por el cabello al castaño y comenzar a azotar su cabeza contra el pupitre en repetidas ocasiones.

Otro de ellos se acercó a golpear a SeokJin, tirandolo al piso y logrando colocarse encima para golpearlo en el rostro.

Sus compañeros les rodearon sólo para burlarse y pedir por más golpes contra él.

Entre tantos golpes quedó inconsciente, y cuando volvió en si, se encontró en su habitación, su madre hablaba con su padre.

Tenía un dolor punzante en sus costillas, en todo el rostro y la cabeza.

Ese día sus padres finalmente hablaron con él sobre lo que realmente pasaba, contó todo, y de nuevo tuvo una respuesta terrible.

Le habían expulsado por golpear a alguien que era hijo de alguien importante, y ese hombre se había negado a poner cargos sólo si le expulsaban.

Sus padres decidieron enviarlo a estudiar a Australia un par de años y entonces se iría a Estados Unidos para continuar estudiando, se acomodaba con el reciente ascenso de su padre que comenzaría a trabajar en ese país.

Antes de irse a Australia se despidió de quien era el único chico con el que trataba y que le había comenzado a gustar, ya había aprendido que el hecho de que le gustara alguien de su mismo género era terrible, que estaba realmente mal que le gustaran cosas consideradas "para mujer", y que sólo pisoteando a los demás se lograba a ser alguien en la vida.

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Si no sacaba esto de mi sistema no podría continuar con las otras historias.

Creo que será una historia corta, no lo sé, sólo espero que disfruten de la ship que tanto me gusta, osea, JinNam.

Las amo demasiado 💜

LizzyKimBTS 💖