70.- Atardecer

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La pareja se encontraba aún en la carretera cuando el atardecer se hizo presente, con sus particulares tonos cálidos hizo que la mirada de la ojiazul se centrara casi por completo en el paisaje. Estaba tan sumergida observando el ahora anaranjado cielo que no escuchó cuando la rubia le llamó. Al ver como su novia estaba observando el cielo y aprovechando que estaban esperando que el semáforo cambiara, le tocó el hombro, logrando ahora si captar su atención.

-¿estás bien? .- preguntó la rubia al ver el comportamiento de su pareja.

-eh sí, estoy bien ¿por qué preguntas?

-te noté un tanto extraña, estás muy callada.

-oh, lo siento. Estaba pensando.

-¿a si? ¿Y en que pensabas? .- dijo mientras volvía a poner las manos en el volante.

-en todo lo que ha pasado, digo, no es como si haya pasado tanto tiempo, pero han sucedido varias cosas. Y no me había dado el tiempo de pensar en todo eso.

-¿algo te preocupa?

-no realmente, pero al mirar el cielo me dio una agradable sensación e hizo que pensara en todo lo que nos ha pasado.

Dijo Lapis mientras miraba el perfil de su novia que ahora tenía su vista en la carretera, tenía tantos recuerdos con ella, felices, tristes. Y aun así estaba allí, a su lado. Ahora la vista de la ojiazul estaba completamente centrada en el rostro de Peridot. La chica que la había apoyado desde que podía recordar. Los problemas que estaban en su mente se dispersaron cuando la rubia le miró de reojo y le dio una sonrisa. El gesto le tomó por sorpresa e hizo que de forma inconsciente también sonriera.

-¿tengo algo en el rostro?

-¿eh?

Lapis no notó que ya habían llegado a su hogar por estar viendo o más bien "contemplando" a la rubia.

-que si tengo algo en el rostro, me has estado observando por bastante tiempo y creí que tenía algo en el rostro. - dijo mientras miraba su rostro a través del espejo central del vehículo.

-hmm, espera tienes algo ahí.

-¿hm?

-acércate. -le dijo a Peridot.

Ésta obedeció y se acercó a la ojiazul, quien la tomó por sorpresa dándole un beso en la mejilla, bastante cerca de los labios.

-tienes un beso mío. - comentó con un tono de burla antes de salir del vehículo.

En verdad le había tomado por sorpresa su acción, porque ella seguía en la misma posición. Mirando directamente a la responsable de su estado, quien giró y le guiñó de forma coqueta.

-estás llena de sorpresas Lazuli...

Comentó para sí misma, finalmente reaccionó. Llevó su mano a su rostro ahora sonrojado y respiró de forma pesada y agitada, su corazón ahora latía con más rapidez y fuerza.

Pasaron unos minutos y su respiración y latidos ya estaban más calmados, retiró la mano de su rostro y dirigió su mirada al espejo del vehículo, el beso que le dio la ojiazul estaba muy marcado en su pálida piel. También notó como su rostro aún seguía sonrojado, pero ahora con menos intensidad. Se las idearía para vengarse de alguna manera.

-esto no quedará así Lapis.

Ésta se retiró del vehículo y se dirigió a la puerta de los asientos de atrás, para cargar a Lunae, la cual se encontraba dormida. La cargó con cuidado para evitar que despertara, se aseguró que las puertas estuvieran bien cerradas y se encaminó hacia la puerta de su hogar.

En verdad eres tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora