40.- Escape

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Peridot logra calmarse y dice

-lo siento, pero en verdad no me causa gracia que esos tipos hayan lastimado a un miembro de mi familia. Tanto tu como Steven y las chicas son personas importantes en mi vida, odio la idea de tener que verlos lastimados y mas si es por mi culpa...

Lapis escucho atentamente cada palabra que dijo Peridot, se lograba ver que no lo quiso hacer con mala intención. Está con una forma cariñosa dijo

-tranquila Peri, se que todo esto te afecta y también me preocupe por el hecho de que Lunae tenia un corte en la mano.. Pero ¿has pensado en lo que haces para mantenernos a salvo? Fíjate, tienes un corte en tu ojo derecho, estas mas que lastimada tanto física como psicológicamente. Mi punto es que, tu no piensas en como terminarás tu, simplemente quieres ayudar a la gente y eso está bien, pero también debes pensar en ti. No quiero tener que perderte una vez mas...

Peridot no sabía como responder, era verdad que ella haría cualquier cosa con tal de ver a su familia a salvó. A pesar de la situación en la que se encontraban, Peridot abrazó a Lapis. A ella la tomo por sorpresa pero no puso resistencia alguna, después de todo ella necesitaba un abrazo

-tampoco quiero perderte, se que he dicho esto muchas veces pero es la verdad. No quiero estar separada de ti otra vez..

-siempre estaremos juntas -dijo Lapis mientras correspondía el abrazo - sin importar los miles de obstáculos que nos topemos, nosotras los enfrentaremos.

Pasaron algunos minutos y aún no se separaban de aquel abrazo, si que necesitaban apoyo de la otra para seguir adelante

-gracias, por todo

Hablo Peridot

-en verdad me alegra que estés a mi lado, no se que haría sin ti

-te has vuelto muy cursi

Dijo Lapis molestando a su amiga

-es solo una pequeña parte, ya veras cuando salgamos de aquí. -decía Peridot mientras se separaba del abrazo- No me separaré de ti ningún momento y recién ahí veras que tan cursi puedo ser

-¿es una promesa?

-promesa

Peridot ahora se encontraba de lo mas calmada, esa charla con Lapis le había hecho bien

-okey Lapis, llegó la hora. A partir de aquí puede ser un tanto mas complicado, pero recuerda siempre mantener la calma

-creo que ese mensaje también debería ir para ti

-heh, tienes razón

Peridot abrió la puerta de manera lenta y lo mas silenciosa posible. Acercó su rostro a la pequeña abertura entre la puerta para percatarse de que no hubiera ningún tipo cerca de ellas.

Para su suerte, el lugar se encontraba despejado

-bien, está vacío

La rubia salió de la habitación seguida de Lapis y pumpkin. Estos rápidamente se apegaron a la pared al escuchar una voz

-¡¿como que escapó?!

-lo siento jefe...

-¡no me sirven de nada tus estúpidas disculpas, imbécil!

Aquél hombre se quedo callado

-¡¿que haces ahí?! ¡ve a buscarlas!

El hombre de negro se retiro, dejando al otro sujeto sólo. O eso creía el

-mierda...sabía que tenía que haberla matado antes. De esa manera la estúpida de Peridot se hubiera rendido y no tendría motivos para seguir adelante

Las chicas escuchaban atentamente lo que decía aquel extraño sujeto, querían conocer la razón por la que las secuestro

-es una perdida de tiempo el estar aquí con esos idiotas, no saben hacer nada

El harto de sus problemas, decidió retirarse de la habitación. Dejando el área libre para ellas.

-¡Lapis ahora!

Ambas corrieron hacia el otro extremo de la habitación. Una sabía decisión ya que a los segundos después entraron otros dos tipos.

-¿estas seguro de que quieres hacerlo?

-si, estoy aburrido de que ese inútil nos trate como si fuéramos basura

-¿que piensas los otros?

-estoy seguro que se unirán a nosotros. A todos nos ha tratado mal, de mas que les agradará la idea de hacer algo al respecto

Un pequeño aullido se escucho cerca de ellos. Tomando a ambos por sorpresa. Uno decidió acercarse al lugar de donde provino el aullido, encontrando a Peridot y a Lapis.

El miro por unos momentos a Peridot para luego mirar a Lapis, quien tenia a Lunae en sus brazos

-será mejor que vayan de aquí ahora. No se preocupen por el y váyanse, nosotros le daremos una merecida lección

Después de decir eso el se alejo

-¿encontraste algo?

-no

Definitivamente ellas no se esperaban eso, pensaban que nuevamente las iban a encerrar y torturar. Pero para su suerte no fue así.
Lapis estaba aliviada mientras que Peridot estaba "feliz" porque ese tipo finalmente iba a recibir su merecido. No paso mucho tiempo para que luego de eso se escuchará un disparo, al parecer muy cerca de ellas.

Lapis al escuchar el disparo se quedó perpleja pero Peridot reaccionó, tomo la mano de Lapis y empezó a correr.

Ambas corrían desesperadamente por el largo pasillo. Ya al llegar al final de este, Peridot trato de abrir la puerta pero está tenía seguro

-¿que hacemos ahora?

Pregunto Lapis asustada

A lo lejos se escucho otro disparo

-¡agh! ¡No tengo tiempo para esto!

Peridot saco la navaja y empezó a forzar la puerta. Colocó la navaja entre la puerta y el marco, para luego deslizarlo hacia arriba y abajo. Esto le permitió buscar el pestillo de la puerta, cuando finalmente encontró el pestillo esta empujó la navaja hacia adentro logrando abrir la puerta.

Nuevamente tomo la mano de Lapis y empezaron a correr.
A pesar de que ya se encontraban afuera estas no dejaban de correr. Ambas querían estar lo suficientemente lejos para no tener otro inconveniente

Pasaron minutos y empezaban a cansarse, cada vez su paso era mas lento mientras que respiraban de manera agitada. Sin darse cuenta se encontraban en la entrada de su instituto.

-haa ah, ¿que.. Tanto... corrimos?

Pregunto Lapis agitada

-mucho...al parecer.. Estamos en el instituto

-vaya...

-ahh, aire fresco

-¿cuando tiempo nos quedamos allí?

-emm, ¿unos 3 o 4 días?

-¡¿tanto?!

-en realidad no lo se, me había dejado el celular en casa

-el mío esta en la mochila, probablemente la tiene Perla

-hmm, debemos disculparnos con ella

-es verdad, oye ¿tu no traías puesta una camisa verde?

-ah caray

Peridot estaba con una camiseta negra sin mangas, dejando sus brazos expuestos los cuales estaban un tanto trabajados

-no me di cuenta cuando me la quitaron, había muy poca luz en ese lugar

La rubia dio un gran suspiro y dijo

-bien, es hora de regresar

En verdad eres tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora