67.- Promesas

397 30 23
                                    

Al escuchar eso, ambas chicas se preocuparon. El tono de su voz había cambiado a uno grave cuando explicó porque su visita.

-¿que sucede?

-¿pasó algo malo señor?

Preguntaron ambas casi al mismo tiempo.

-no es un asunto tan importante, tranquilas.

-¿está seguro?

Preguntó Peridot un tanto preocupada.

-es solo que... Quería pasar tiempo con ustedes. Hace mucho que no lo hago y ahora con ambas aquí creo que es el momento adecuado.

Finalizó con una sonrisa. Haciendo que tanto Peridot como Lapis soltaran un suspiro de alivio. Creían que podía ser otro problema pero para su suerte no fue así.

-¿eh? ¿sucedió algo "importante" en estos días?

-podría decirse que si, pero nada de que preocuparse señor. Ya está "arreglado".

Contestó Peridot mientras miraba de reojo a la ojiazul. Quien le devolvía la mirada y le daba una pequeña sonrisa.

-¡ohh!

Se escuchó por parte de Nathan, sorprendiendo a las chicas.

-¡¿entonces si les gustó?!

Preguntó emocionado mientras tomaba las manos de su hija. Buscando el pequeño regalo que les había enviando. Éste al encontrarlo sonrió con mucha emoción, pero también se le notaba un tanto nostálgico.

-¿papá, estás bien?

-si hija, solo estoy contento.

-¿y eso? ¿a que se debe?

Preguntó Lapis soltando una pequeña risa, nunca había visto a su padre tan emocionado. Se atrevería a decir que vio como se le escapó una lagrima al ver su obsequio.

-es solo que finalmente están juntas. Y eso me hace muy feliz.

-¿puedo saber por qué señor?

Esta vez fue Peridot quien preguntó, tenía mucha curiosidad. Después de todo al igual que su pareja, ella nunca había visto a Nathan tan feliz.

-eso es porque... Cumplí la promesa que le hice a tu madre, pequeña.

-¿a...mi madre...?

-así es. Le prometí que haría todo lo posible para que ustedes terminaran juntas.

-...

-fue su última petición.

-¿qué quieres decir con eso...?

-veras, un día antes del accidente. Yo había hablado con tu madre.

Mientras Nathan relataba él se sentó en el sofá, las chicas le imitaron y escuchaban con atención.

-en esos días ella estaba muy emocionada porque habíamos encontrado la manera de hacer que ambas se juntaran una vez más. Pero Alice siempre tuvo algo que la hacía un tanto especial. Ella podía presentir cuando iban a suceder cosas malas antes de que ocurrieran.
Cuando ella se puso en contacto conmigo pude sentir que algo no andaba bien.

"-Nathan..."

"-¿Alice, está todo bien? Te escucho un tanto preocupada..."

"-necesito que me hagas una promesa."

En verdad eres tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora