VII

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Has permitido que tus finos párpados acaricie, y, sin quererlo, pestañeamos al compás. Has querido sentir la serenidad de mi respiración, y, sin quererlo, nuestros alientos armonizaron. Pude palpar tus delicadas extremidades en vestiduras de seda, y, sin quererlo, contemplamos la danza, unísona y sutil, de nuestros cuerpos. Has podido percibir aquel pulso errático bajo tus huellas, y, sin quererlo, logramos afinar tan caóticos latidos. Abracé mi frente con la tuya, escuchando los cánticos de amor que con dulzura tu mente entonaba, y las querellas, y sin, sin quererlo, notamos como nuestros pensamientos disonaban, y nuestras opiniones se repelían.

Sueño con un mítico "nosotros."
Convirtiéndonos en un solo Ser
de gentileza pura y esplendor;
predicando individualismo en
cada rincón del alma
[Entrañable.

─ Acoplado.

A LAS ARBOLEDASWhere stories live. Discover now