Se veía hermosa durmiendo y no solo porque era el único momento donde no estaba discutiendo con ella por cualquier cosa, sino porque de verdad se veía hermosa durmiendo. Su rostro tan tranquilo y quien diría que esa misma chica que se veía tan tierna durmiendo era una princesita arrogante, autoritaria que le encantaba pelear con una idiota, además de ser una mujer que amaba el control incluso a la hora del sexo. Era potente y autoritaria en todo momento, segura de sí misma, nunca nadie la había pasado a llevar en lo largo de su vida, como siempre dijo era Camila Cabello y eso se respetaba, Lauren lo sabía porque lo había notado en el tiempo que llevaban juntas.

Lejos de desagradarle su actitud le atraía aún más, era divertido hacerla salir de sus casillas y ver como la princesita perdía los modales con ellas. Era una de las partes favoritas de sus días el saber que Camila se había enojado con ella por algo. Lo normal en su historia de "sexo sin compromiso".

Lauren se estiró a su lado sacándose los zapatos obviamente, sintiendo como Camila se removió buscándola en la cama, hasta que Lauren la atrajo a su cuerpo para abrazarla escuchando la respiración de Camila contra su pecho. La dejó dormir mientras ella hablaba con sus hermanos por mensajes de textos sobre sus vidas concentrándose en el partido de hoy, acarició el cabello de la morena suavemente, siendo un acto natural en inconsciente.

Fue cuando un sonido de extraña reputación se sintió, y el olor se dejó sentir en la habitación.

La princesita olía bastante mal, se dijo Lauren internamente tapándose la nariz mientras reía.

-Leo eres un asqueroso.- Camila le echo la culpa al perro de inmediato.

-¿Quien es Leo?.- pregunto Lauren.

Camila abrió los ojos par en par sintiendo la vergüenza en su rostro.

-¡No te importa!.- exclamó moviéndose dejando que el olor se sintiera aún más. Lauren comenzó a reírse a carcajadas.

-Eres potente Camila.- se seguía tapando la nariz.

-¡Callate idiota! ¡No fui yo mis pedos no huelen así!.- protesta moviendo las sábanas para que se vaya el olor.

-Esta podrido, si me desmayo es por tu culpa.- la acusa riendo, para aumentar el aire acondicionado.

-No huele Tan mal... me haces sentir mal.- protesta Camila lanzándole la almohada.

Lauren la atrapó riendo para ponerla en su cabeza.

-Ven aquí...- la llamo palmeando su pecho, Camila negó avergonzada. -Es solo un pedo Camila, no te va a suceder nada.- la consuela.

-Jamás me he tirado un pedo delante mi pareja o incluso amigo...- Le dice sincera.

-No es como si hubieras hecho un crimen princesita, es solo un gas natural de tu cuerpo, además estabas durmiendo no pasa nada.- le dice calmándola, Camila hizo una mueca. -Ven aquí mejor.- la llama otra vez.

Camila esta vez accedió apoyándose contra su pecho, poniendo una mano sobre su abdomen. Lauren río suavemente sin decir nada.

-¡Deja de burlarte!.- protesta Camila.

-No me estoy burlando, solo Olvídalo.- le pide, Camila bufo por lo bajo. -¿Cuanto rato dormiste?.- cambia de tema.

-Apenas te fuiste me estire y me dormí, tenía sueño.- le confiesa.

-Ves que era muy sacrificado todo esto, no quiero que estes toda agotada por mi culpa.- le dice Lauren soltando un bufido leve.

-No lo estoy idiota, no seas tan dramática.- le dice Camila.

El Poder. CamrenWhere stories live. Discover now