¡Adoptemos un bebé, Hyung! ✿ [EunHae] [hiatus]

7 | ¿Y la niña?

Donghae se dejó caer sentado a su lado con un suspiro. Se recostó en su pecho, siendo abrazado por Hyukjae al instante.

—¿Cuál es ese programa?

—No lo sé —respondió Hyukjae, encogiéndose de hombros—. Creo que se llama "Casados por el diseño", ¿o era moda? Algo así. 

Rió por el problema mental que había causado con tan solo unas palabras. Estuvo así un momento, compartiendo los poco minutos que podían, abrazados, como era su costumbre. Donghae se levantó para cambiarse de ropa, y de paso vigilar a MinJae. Sin embargo, no la encontró en su cama.

—Hyuk —regresó al sofá—, ¿y la niña?

Éste se encogió de hombros sin tomarle importancia. Seguro estaba escondida por ahí jugando. Oyó los pasos de su novio ir de un lado a otro desesperado hasta que se posó enfrente de él.

—¡Oye! Apenas iba a ver el resultado de la casa.

—¡MinJae no está! ¿Pues que no fuiste con ella de compras?

—Oh sí —se estiró—. Y yo recuerdo haberla traído conmigo...

Detuvo su explicación. Recordaba haberla llevado cuando estaban pagando en la caja, luego salió casi corriendo porque las bolsas pesaban y... ya.

—¡Pediste a la niña!

—¡Claro que no! Solo olvidé dónde la dejé.

Donghae rodó los ojos, fue directo a la puerta con Hyukjae pisándole los talones para ponerse sus zapatos y salir en busca de ella. Ambos lo hicieron, de hecho, no importaba si casi oscurecía, tenían que encontrarla.

Prácticamente corrieron hacia el sitio donde mandó a hacer las compras, preguntando desesperados si habían visto a una niña pequeña, de piel pálida y ojos negros, cabello ondulado, de cuatro años de edad. Pero cada persona negaba. Se acercaron a un oficial, de cabello rubio y que puede (según Donghae) legar a medir dos metros y una mueca fría en el rostro.

—Disculpe, ¿ha visto a una niña?

—He visto muchas —no estaba seguro, pero por la forma de hablar parecía extranjero.

—E-ella tiene cuatro años —siguió Donghae—, hoy traía un vestido blanco con zapatillas negras.

El hombre se quedó pensando —o al menos eso pareció— hasta que asintió e hizo una seña para que siguieran. Entraron a un almacén dentro de una tienda de ropa.

—Si es la misma, qué bueno que llegan. Mi pareja no para de estar a su lado.

Entonces la vieron. Ciertamente creyeron que estaría llorando, que en cuento los viera correría abrazarlo, mientras Donghae la consolaba y reprimía a Hyukjae por haberla perdido. Pero no fue así, he hecho, MinJae ni se percató de su presencia; reía junto con un chico de tez bronceada, pelinegro y con ojeras notables.

—Tao —habló el guardia—, ellos vienen por la niña.

—¡Papá Hae! —MinJae saltó a sus brazos— Me perdí.

—¿Qué hiciste, traviesa?

—Fui al baño, pero cuando salí ya no estaba papá Hyuk.

El aludido apartó la mirada. ¡Era un hombre! Tenía pérdida de memoria a corto plazo.

—Muchas gracias por cuidar de ella.... eh...

—Zitao —respondió el chico con ojeras—, y él es mi novio Yifan. Sí, somos de china.

—¡Qué maravilla! Yo tengo un amigo de allá.

Luego de quedarse un rato platicando —porque Hyukjae se desesperó. Sí, cuando iban por la calle era como ir con tu madre y que se encuentre a la vecina—, quedaron de verse otro día y se fueron.

Al menos, Donghae pensó, no era el único que había perdido a la niña.

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