Ouma es un mentiroso sin piedad a primera vista pero... ¿ Realmente es así? ¿Habrá alguna razón para que mienta? O... ¿Sería capaz de llevar una mentira hasta el límite solo para salvar a los demás?... El pequeño pelimorado oculta muchas cosas ¿ Ser...
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Atención, este capitulo contiene tópicos no aptos para todo aquel público que sea sensible al tema de las violaciones
Contexto en la historia : Tras el doloroso juicio en el que la vida de Gonta Gokuhara fue arrebatada todos - salvo nuestro querido detective y robot - comenzaron a meterse con el pequeño dictador. Saihara vuelve a su habitación tras consolar al pelimorado, dejando a este solo
Narrado desde el punto de vista de Ouma Kokichi
Volví a mi cuarto con lágrimas en los ojos. Le había mentido a Saihara-chan para que dejase de preocuparse por mi y descansase esta noche como era debido
Sabía lo que le dolía haber perdido a dos amigos más y todo era por mi culpa. Todo había sido por mi culpa últimamente
Sería más fácil si tan solo me dejase matar de una vez, no habrían más heridos ni más juicios por los que pasar
- Ojalá sea tan sencillo - murmuré a la oscuridad mientras entraba a mi cuarto -
Me tiré en la cama y crucé ambos brazos por detrás de mi cabeza, deseaba que Gonta no se hubiera puesto en medio y hubiera sido yo el que muriese. Claro que prefería tomar yo mi propia vida si eso lograba que nadie más acabase de esa forma
Escuché un par de ruidos que ignoré, seguramente eran las voces de mi cabeza haciendo de las suyas. Por el camino había visto alguna que otra alucinación mas las ignoré con el deseo de que consumieran mi cabeza de una vez por todas
Reflexioné sobre la situación en la que me encontraba, no era momento para lamentarse sobre problemas personales, estaba en un juego de matanzas, no había tiempo para pensar en uno mismo
Debería ser más estricto y seguir el plan que tenía al principio para poder acabar con este dichoso juego. Alguien se interpuso en el camino sin embargo
No esperaba que Shuichi Saihara conquistara mi corazón de manera tan natural, él había sido mi freno, él había hecho que me ablandase y viese todo desde otro punto de vista. No sabía si era un cambio bueno o malo aunque ahora no podía dar vuelta atrás, lo hecho hecho está
Volví a escuchar un ruido, algo temeroso llevé mi vista a la puerta, divisando así una gran sombra. Me sobresalté al ver que era una persona
- ¡Madre mía, no me des esos sustos! - dije a aquella silueta que había logrado distinguir mientras me llevaba una mano al pecho - ¿Qué quieres? No, mejor dicho, ¿Cómo lograste entrar?
Según solté aquella frase recordé que no había cerrado la puerta - acción que el sujeto si había realizado - Me pegué mentalmente, estaba volviéndome bastante descuidado
