WiFi ; Jimin {BTS}

｢ 020 ｣

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—¿Que tú y YeSeul hicieron... Qué?

JungKook no podía creérselo a pesar de que le había repetido la historia por quinta vez, con lujo de detalles. Seguía emocionándome igual que un niñato de ocho años que da su primer besito a una amiguita, pero me era increíblemente inevitable. ¿Ustedes recuerdan lo que pasó? Oh my goood, cada vez que recapitulaba la noche anterior mi estómago sentía cosquillas en demasía, mi barriguita vacilaba de tanta alegría. Todo mi cuerpo gozaban de lo divino que fue ese encuentro al son de una salsa.

—Te digo que chapamos, tarado.

—Oh man, holy shit!

—¡A ver, idiota, sin groserías en mi casa!— le di un coscorrón por pasarse de listo y querer hacerse el gracioso hablando en gringo. —¡Respeta!

—Auch, me tienes todo machucado. — se sobó la coronilla, tomando cierta distancia conmigo.

Debería estar más relajado, en completa calma conmigo mismo, como si hubiese alcanzado la felicidad máxima y todas mis metas juntas; pero hoy me sentía enérgico, atrevido, con la tenacidad a flor de piel. Parecía que me hubiesen inyectado una bebida energética directamente a la vena y pudiera correr tan veloz como el correcaminos. Simplemente me había levantado con esa potente sensación calándome por dentro. Probablemente se debiera a YeSeul, lo de ayer detonó algo en mí que nunca había percibido como tal. Incluso me creía con la capacidad tan irreal de volar hasta la mismísima luna y bajársela a YeSeul a sabiendas de que me trataría de cursi y de un ladrón de satélites naturales. Dios, es que estoy hasta los pies por ella.

—Hey, Romeo Santos, ¿qué crees que podría ocurrir ahora?

De repente sentí que todo se caía, eso me tomó por sorpresa. —¿A qué te refieres?

—Sabes a lo que me refiero, no te hagas.— sonrió de soslayo dejando a la vista la preocupación que en él se había instalado. Tomó asiento en mi cama y me miró por unos largos segundos sin decir nada. —¿Cuáles son las opciones después de lo que ocurrió? Darán el siguiente paso formalizaran lo que tengan o seguirán de amigos... ¿Lo has pensado?

Por supuesto que no, quién rayos comenzaría a entristecerse pensando en esas estupideces cuando la noche anterior había sido la más tierna en tu vida. No quería tocar ese tema tan rápido porque aún no había una respuesta firme y coherente que pusiera freno a mis titubeos. ¿Qué podía esperar? YeSeul solía ser impredecible, cuando podría asegurar que haría algo, resultaba ser totalmente distinto, muy similar a un giro argumentativo impactante en una novela de suspenso. Era extraña. No podías presagiar lo que pasaría con estando a su lado, esa era su cualidad sorpresa.

—Sí, lo he pensado.— mentí. —Claro que tengo un mal presentimiento, pero no puedo estar toda la vida creyendo que algo saldrá mal.— me encogí de hombros, con la resignación asimilada. Una sonrisa apenada apareció en mis labios y me dirigí a él. —En vez de proponerme el futuro, prefiero vivir lo que está pasando aquí y ahora.

Estaba escudando mi corazón detrás de una filosofía que estaba de moda. Vive el presente. Es obra de un masoquista el torturarse continuamente con esos puñales. Pero, ¿cómo hago para que el hoy no se convierta en un mañana que que me duela?

—Jimin, piénsalo bien, por favor. No quiero que salgas lastimado.

—Kook, ya me ha pasado otras veces, no es algo que me suceda por primera vez.— le resté importancia, aunque sabía que sus palabras estaban cargadas de un tono apesadumbrado.

—Pero si estás emocionado por primera vez con esto, hyung.

No sabría decir si eso fue un golpe bajo o uno muy realista que acababa de sacarme del ensueño en el que estaba sumergido. No puede ser que esté tan atrapado por una chiquilla tan atolondrada como ella. No puede ser, no puede ser, no.