Los Demonios También Se Enamoran ;; kookv

19.3

Capítulo 19.3: Libro.

Ya habían pasado varios días desde que el joven ángel Ahn, había llegado al infierno y a pesar de que estuviera allí por poco tiempo, había recorrido todo el infierno de arriba a bajo pero, había un lugar en específico que le gustaba a él. Un lugar algo lejano del castillo, donde habían algunas rocas, para poder sentarse.

— ¿Por qué se mueve tanto? — Preguntó el demonio algo irritado, no estaba acostumbrado a moverse tanto.

— Me gusta mirar las cosas más de dos veces, ¿a ti no? — Sonrió. Algo curioso, el joven demonio hacía mucho tiempo que no venía a alguien sonreír en el infierno, era muy gracioso.

— Da igual. — Sacó su libro y lo miró por dentro, había pasado los últimos dos días sin ilustrar nada, ya sé había quedado sin ideas.

— ¿Qué es eso? — El ángel lo miró por arriba.

— Es privado. — Con un abrir y cerrar de ojos, el ángel ya tenía el libro en sus manos.

Los ojos del demonio se abrieron rápidamente.

— ¡No uses tus poderes para jugar! — Se estiró pero no podía sacarle el libro.

— No los uso para jugar — Miró el libro y notó que había ilustraciones de flores. —. ¿Flores? — Levantó la vista y solo pudo ver polvo en ese lugar. — Aquí no hay flores... — Murmuró esto último.

— Si, ¿qué tiene de malo ilustrar flores? ¡Dame eso! — Logró sacárselo.

— ¿Por qué las ilustra? ¿Le gustan? — Preguntó confundido.

— Exactamente, yo solo ilustró cosas que me gustan. Además, las flores son hermosas, por eso las ilustro. — Aclaró ya cansado.

— Ya veo.. — Murmuró. —. En el cielo hay muchas de ellas, demasiadas. Son de distintos colores y aveces, son muy hermosas por las mañanas. Me gusta mirarlas.

— Si tanto te gusta ese lugar, deberías de ir a verlo todo el tiempo, es algo lógico. — El ángel rió.

— No puedo volver allí ya, no es mi lugar. — Sonrió.

— ¿Eh? — Limpió su ropa y se fue del lugar.

— ¿Vas a venir? — El pequeño demonio asintió repetidas veces y lo siguió.

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Esta canción resume los capítulos a partir de ahora, ahre.