" apocalypse "

" el fin de todo "

30 de Diciembre de 2057

Hace ya un año que las hermanas encontraron a Scott y también a siete sobrevivientes más. Estos se llamaban Trent, Sabrina, Seth, Sienna, Jace, Damen y Caleb. Los diez habían podido refugiarse en un cuartel abandonado y así poder mantenerse a salvo. Hace una hora que salieron Jace y Sienna para buscar municiones y comida; pero había un problema muy grande, demoraban demasiado en llegar. Minutos después, se escucharon gritos provenientes de Jace y Sienna pidiendo que les abrieran la puerta rápido.

-¿Qué fue lo que pasó? –preguntó Seth después de abrirles la puerta.

-Miren allá –dijo asustado Damen.

Al momento que todos miraron hacia la dirección que era señalada por el dedo índice que Damen, se asustaron pero reaccionaron al instante decidiendo atacar. Lo que había en esa dirección eran los zombies que habían estado persiguiendo a Jace y Sienna. Los once comenzaron a luchar contra los zombies, evitando ser mordidos por ellos. Al momento que Valery logra matar a uno de ellos, se escucha un grito de dolor; Valery miró hacia la dirección de dónde provenía ese grito, al ver lo que pasaba sintió que su mundo se derrumbó; Scott estaba en el piso quejándose de dolor, así es, había sido mordido por un zombie exactamente en la pierna.

-No... –susurró Valery, seguido de salir corriendo hacia él, sollozando a más no poder y tirándose a los brazos de Scott.

-No voy a dejarte Scott, no puedo.

-Me voy a convertir y no quiero, no quiero ser algo que no me gustaría ser. No quiero convertirme en un zombie. Por favor Valery, hazme este favor que voy a pedirte aunque te cueste hacerlo pero por favor, ¡Mátame! –Scott le rogó a Valery con lágrimas en los ojos.

-¿Qué? ¡No! Ni soñando lo haría, ¡Scott no te voy a dejar! –sollozó más fuerte.

-Mírame a los ojos.

Valery secó sus lágrimas y miró los ojos de Scott pero no podía mantener su mirada, no podía porque lloraba con tan solo verlo. Los ojos de Scott cambiaban más rápido de lo que una transformación normal tardaba.

-Mírame por favor –sollozó Scott.

-No me hagas esto...

-Me queda solo unos minutos y los aprovechare en este mismo instante, Valery desde el momento en que te vi me enamore de ti, no debería de haberlo hecho sabiendo que alguno pudiese haber muerto o convertirse en zombie. Sé que la supervivencia es lo primero ¡Pero no me importa nada de eso! Te amo. Si tu no lo haces, está bien para mí, pero solo déjame besarte antes de....

-Bésame.

-¿Qué?-Dijo desconcertado.

-Bésame ahora Scott, hazlo. –Valery agarró la nuca de él y se acercó a su rostro, haciendo que sus labios hagan contacto con los suyos, besándose por primera vez.

Mientras Valery lo besaba, las lágrimas saladas mojaban sus mejillas; en ese momento lo único que Valery pensó fue que maldecía el día en que los científicos crearon ese virus, maldecía el día en que todo eso paso, maldecía el día en que se enamoró de Scott, pero el día que más maldijo era ese; era ese mismo día en el cuál estaban separándola del amor de su vida, de Scott, ese chico que hizo que su vida tuviera sentido en este mundo en donde para vivir, tienes que matar.

Scott se alejó de ella y cayó de rodillas al suelo, Valery se alejó y Emily se acercó a ella, sorprendida por lo que estaba viendo.

-No puedo –negó ella repetidamente, no era capaz de matarlo.

-¡Valery hazlo! –gritó Scott sintiendo el dolor de la transformación.

-Debes hacerlo... –habló Emily.

Emily le dio el arma y ella la levantó apuntándole en la cabeza, sus manos temblaban y no creía poder aguantar un solo minuto más, se desmoronaría ahí mismo. Más de lo que ya había hecho.

-Lo siento... –susurró Valery seguido de cerrar sus ojos y apretar el gatillo. Se escuchó el disparo y un golpe seco.

Valery no se atrevía a abrí los ojos, solo se dio vuelta, dándole la espalda al cuerpo sin vida de Scott, empezó a caminar hacia los chicos.

-Vamos –murmuró y ellos asintieron dejando, así, el lugar.

"Voy a extrañarte Scott."