24.- Belleza

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—¡Auch!, Con más cuidado—reclamé en cuanto Alice tiró de mi muñeca.

—¿De que te quejas?, Si con el baño que te acabas de dar, deberías estar estar más tranquila. Además, tú te lo has ganado por salir sola en medio de la noche, ¿No crees que se te pasó un poco la mano con eso?. Pudo ser peor que una mala caída y muñecas inflamadas.

—Tal vez, pero no se me ocurrió otra cosa. La gente no para de juzgarme por mí aspecto cuando yo ni siquiera pedí nada de esto. Tan agusto estaba con lo que era mío. Y encima, aparece de la nada esta chica diciendo que me odia cuando yo no hice nada. Es que no entiendo a las personas.

—Cálmate, que igual y si cuando te ven, solo se fijan en que eres una chica preciosa menor de edad es porque lo eres y eso hará que más chicas como esas aparezcan. Tienes que entender que habrá quien te ame y te odie por el siempre hecho de ser como sea que seas. Es algo que no puedes evitar, la gente es así, diversa.

—Pero no lo entiendo, el aspecto y edad es lo de menos, cuando lo que importa es lo que se hace y porque se hace, nada más.

—Ni que lo digas. Mi abuelo y su antiguo socio solían burlarse de mí. Debiste ver su cara cuando le dije que quería ser diseñadora de modas. Si por el hecho de no ser varón y ser la hija del artista de la familia, pensaban que mi futuro era dentro de la cocina y cualquier comentario lo tomaban a tontería, cuando se enteraron de eso, comenzaron a tratarme como una niña superficial que no podía pensar en otra que en los lujos bajo los que se crió.

—Si tu abuelo piensa de esa forma, ¿Por qué eres tan apegada a él?.

—Por lo mismo que te trajo está noche a mi departamento y te ha hecho pasar de todo estos meses. Además, mi abuelo no es el problema, finalmente él es quien ha visto por mí y me ha apoyado en todo lo que he querido, el problema era su amigo. Nunca entendí como alguien las obstinado e intolerante podía llegar a estar al mando de cientos de personas. Siempre iba por la vida como si nadie mereciera ni su saludo y su presencia hacía que mi abu se contuviera conmigo, pero ahora que no está, va a mirar lo que hagamos—terminó viéndome fijamente a los ojos con una sonrisa tierna.

Inmediatamente quité la mirada.

—Lo siento, no tenía idea.

—Oye, no te disculpes. Tú no tienes nada que ver con lo que viví y por lo que he conocido de tí, eres totalmente diferente a ese hombre. Sé que cuando estés al frente, harás grandes cosas mientras que ese hombre, sea donde quiera que esté, debe estar pagando todo lo que ha hecho para redimirse.

—Vaya que sí—susurré con tristeza.

—Por ahora ponte la pijama y ve a dormir, que mañana tenemos que hacer muchas cosas—dijo dirigiéndose hacia la puerta.

—Espera, tengo que decirte algo.

—¿Qué?.

—Yo soy...— Cuando estaba por confesarle quién soy, me arrepentí—Yo soy... Quién hará la diferencia.

—Ya lo sé, tonta, pero no es lo único que vas a hacer. Aunque esté de acuerdo en que te quedes aquí, le debes una disculpa a esa chica Karina. Buenas noches.

Al día siguiente, Alice me prestó un conjunto de pants ajustado y me llevó nuevamente a su estudio donde apareció ese chico nuevamente.

—Al fin vuelves—dijo saludando de beso a Alice—. Pero mira lo que has traído, se ve mucho mejor de la última vez. ¿Ya quieres que me encargué?.

—No,  aún debo enseñarle un par de cosas—respondió dirigiéndose hacia otra sala.

—¿Qué cosas?—pregunté al alcanzarla.

Anillos Del Tonalli: Vida Y Muerte(Finalizado).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora