Anillos Del Tonalli: Vida Y Muerte(Finalizado).

23.- Conflicto.

Después de tres meses de preparación, logré agendar una reunión con unos empresarios importantes, justo a tiempo con la fecha límite del concurso.

Terminé mi tiempo de ese día en la empresa y me fui con Karina como de costumbre. Una vez en el gimnasio, choqué con una chica de baja estatura quién se molestó bastante.

-Lo siento, no te ví.

Ese día al terminar el calentamiento, Alissa, la entrenadora, me llamó al ring de boxeo para practicar. Algo que solo haces cuando ella cree que tienes lo suficiente.

Si conseguía tocar uno de los puntos rojos en su playera que marcan las áreas vulnerables del cuerpo, ganaba, pero si ella conseguía o inmovilizarme, perdía.

Poco después de que comenzó, entendí las palabras de Karina, pues no importaba que tan rápido o impredecible pudiera ser, Alissa siempre respondía con mayor velocidad y precisión para ajustarse a mis movimientos y contrarrestarlos.

-Deja de pensar, deja que tú cuerpo se mueva como le hemos enseñado estos meses-dijo.

-¿Dejar de pensar para ganar?, Es ilógico-pensé descuidando a Alissa quién me llevó al suelo sin que me diera cuenta.

-Pierdes mucho tiempo pensando y haces que tus movimientos sean predecibles. Solo fija el objetivo y deja que tú cuerpo se mueva.

La actividad terminó conmigo en el suelo y cuando Alissa estiró su mano para levantarme, la chica de baja estatura se hizo presente.

-Disculpe entrenadora, me gustaría practicar con Irina-declaró con una sonrisa extraña.

-Muy bien. Los demás vayan de este lado a practicar sus movimientos.

-Quien se rinda primero pierde, ¿De acuerdo?-dijo aquella chica.

-Supongo.

La diferencia de alturas era notoria, pero en cuanto comenzó la práctica a la voz de Alissa, la chica comenzó a moverse muy veloz golpeando mis piernas y luego mis costillas. Intenté detenerla pero se puso a mi espalda golpeando nuevamente mis piernas haciéndome caer sobre mis rodillas.

-¿Me ves ahora?-preguntó antes de patear mi espalda llevándome hacia el suelo.

-¡Deja de pensar Irina!-gritó la entrenadora.

Cuando intenté levantarme, la chica me llevó nuevamente al suelo, solo que está vez con la espalda contra el piso.

-¿Crees que te tendré piedad porque eres una niña bonita?, Detesto a las chicas como tú qué creen que por tener esa carita el mundo debe estar a sus pies-me susurró al oído.

-Tu no me conoces-reclamé intentando liberarme inútilmente.

-Entonces levántate y divierteme un poco.

La chica me soltó dándome espacio para reponerme. Al estar de pie, hizo un movimiento simulando una retirada dándome la espalda, movimiento que transformó en una patada de mula.

-¿Qué pasa Irina?, Concéntrate-gritó nuevamente la entrenadora.

-¿No te vas a levantar?-preguntó la chica-, desde ahí abajo no podrás seguir burlandote de mi aspecto.

-No se de qué hablas.

-No mientas. No eres diferente de las demás chicas como tú. Toda mi vida se burlaron de mi por mi aspecto, saliendo con los chicos que me gustaban, coqueteando con los profesores por mejores calificaciones mientras que yo debía esforzarme por todo lo que quería. Pero eso me llevó a esto, mientras tú jugabas, yo trabajé duro, por eso no podrás derrotarme, ni tu ni nadie, nunca más.