I

3.8K 190 49
                                    

Yo nunca me he enamorado. Y nadie nunca se ha enamorado de mi. Así que perdón si estoy muy sorprendida porque hoy día tres chicos me han declarado su amor. Estoy en shok, en serio. Apenas puedo pensar bien. Encima no soy ese tipo de chicas.

Tengo veinte años, y no, no me he enamorado. Y créanme; suele suceder. No soy la única; algo me dice que no lo soy.

La primera vez fue ese chico Mauro de el local de comida. Yo estaba pidiendo mi orden y todo iba bien.

Luego se me ha caído el celular, y cuando me agaché para recogerlo, lo encontré mirándome. Le fruncí el ceño y le pedí mi orden, y el solamente contestó:

- Estoy loco por ti- entonces le quedé mirando confundida, tomé mis cosas y me marché a la plaza porque quedé en juntarme con mi mejor amigo, Niall.

Durante en el camino me quedé pensativa; quizás el pobre está tan desesperado por encontrar alguien que me ha dicho eso.

Si, eso debe ser.

Cuando lo vi nos pusimos a hacer ese baile que siempre hacemos cuando nos juntamos. Niall es muy apuesto.

Tiene cabello rubio, y un bonito cuerpo. Ojos azules, y una sonrisa preciosa. Ahora usa frenillos. A mi me gustaba su sonrisa antes.

Las chicas lo persiguen más ahora que antes porque sus dientes están mejor. Pero no pueden amar al nuevo Niall si nunca amaron al viejo. Sobre todo si lo conocían y lo despreciaban. Me gustaba el Niall antiguo, a pesar de que el nuevo no está del todo mal.

No me molesta que lo miren cuando camina por la calle, pero me molesta que me vean a mi como "qué rayos hace esa chica con él".

Porque él es el bombón. Yo soy la chica promedio de cabello café, ojos cafés.

Entonces Niall se detuvo delante de mi y me dijo "hace tiempo que me gustas mucho" y eso fue suficiente como para pensar en que todos están locos.

Así que me comencé a reír, porque no hay nada más que uno pueda hacer en tales situaciones, pero él parecía estar hablando en serio.

Me reí más fuerte, como si esto pudiera cambiar algo, pero seguía serio. Fue lo suficiente como para pensar que se había puesto de acuerdo con el chico del local de comida, Mauro para hacerme una broma.

Lo miré.

- ¡No caeré en su broma!- le grité en el rostro, y me alejé como una maniática. Una maniática que se estaba riendo mucho.

Y el colmo de los colmos fue cuando llegué a mi edificio y saludé al chico que limpia y me preguntó si podíamos tener una cita porque yo le atraía mucho.

Entonces corrí como nunca pude me encerré en mi cuarto. Y esa es la historia de mi día. Ahora estoy barajando las posibilidades, porque estoy realmente confundida. No puedo creer lo que ha ocurrido hoy. Me siento tan patética, siento que todos se han estado riendo de mi durante todo el día.

Prendo la radio y suena You need me i don't need you, de Ed Sheeran, y por primera vez mi día se alegra un poco.

Amo esa canción como amo comer galletas oreo remojadas en leche. Como amo las vacaciones, y sobre todo, en este momento, amo la soledad ya que nadie se puede burlar de mi en este momento.

Me pongo a cocinar algo porque tengo el estomago vacío y por alguna razón la comida que he comprado a Mauro ya no me da apetito.

Soy muy buena haciendo fideos.

Saco las cosas del cajón de color café que está en la esquina de la cocina y me pongo a trabajar en la mesita color marrón que me dejó mi mamá en las visitas que me hace con papá una vez al mes.

Si cupido me diera su corazón ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora