X

2K 124 2
                                    

Niall golpea mi puerta en la mañana. No es que me moleste que toquen mi puerta durante las mañanas, porque suelo tener un buen sueño- la mayoría de las veces- pero ha sido la excepción esta noche, ya que literalmente no he podido pegar el ojo por dos horas seguidas. Dormía a ratos, y me despertaba a ratos aún más grandes.

La razón, es que tenía a ese chico en mi cabeza. Y no lo podía sacar de allí. Y no sabía si eso me gustaba o no, porque intentaba olvidarme completamente de su existencia, y lo único que me provocaba eso era el querer volver a pensar en él.

Algo raro me está ocurriendo. Algo que no me había ocurrido antes, porque, realmente, no hay una razón por la cual me tuviera que ocurrir. Mi vida era completamente normal hasta que apareció ese tipo con una chispa mágica en la punta de los dedos cada vez que hace un chasquido con ellos.

Esta bien. Quizás Louis es realmente lindo y me hace divertir, y sentir bien, y el mundo no existía cuando mis pies estaban en sus rodillas, pero, ¿qué más da? Debo dejar de pensar estupideces. No estoy hablando de un humano. Estoy hablando de cupido. Y del verdadero cupido, digo, el que tiene flechas de verdad y las lanza a las personas. El mismo que falló en su tiro cuando intentaba darme a mí.

Niall me ve sentada en mi cama con los ojos gigantes. Ni siquiera es tan temprano. Estoy tomando café para intentar mantenerme despierta; son las diez, y no quiero ni siquiera saber de trabajo, y lo más divertido de todo es que apenas llevo un día.

Es como cuando iba a la escuela y entraba de vacaciones; apenas pisaba el lugar y ya estaba contando las días para que fuera verano de nuevo.

Estoy siendo una completa mediocre; y es que no sé como está mi ánimo. Estoy tan rara. No sé si estoy feliz o triste, o simplemente no estoy de ninguna manera.

No sé si quiero hacer algo o no quiero hacer nada. No sé si me gusta más la pizza o el pollo frito ¡eso sí que es un problema!.

Y no sé la razón; solamente sé que no quiero estar así. Quiero estar como hace unos días, y estar enfadada si realmente lo estoy; o sonreír si estoy feliz como la mierda, o ponerme a llorar si estoy triste, pero no quiero estar indecisa. No quiero.

- Pareces un zombie- dice él, mientras se pasea por alrededor de la casa. Hago caso omiso a su comentario; porque no sé que contestar. No sé si contestar algo positivo o negativo; me tiendo en el sillón.

He pasado del sillón a la cama, es todo un logro.

Ni siquiera estoy mirando a Niall. Estoy concentrada en mis manos, que se han posado en mis ojos y los han cerrado por completo. Y en cualquier momento me podría quedar dormida; así como en cualquier momento me podría despertar.

- Alguien ha cambiado mi cuadro- dice él, con una voz un tanto áspera. Inmediatamente me despierto, como si me hubieran lanzado un vaso de agua encima y me estuviera ahogando, y no tuviera otra opción que levantarme.

Entonces veo el cuadro allí; donde anteriormente estaba el de cupido- ese estereotipo de cupido- y ahora se encuentra Louis.

Me había olvidado completamente de eso. Estoy tan acostumbrada a que el cuadro que me regaló Niall esté ahí, que ni siquiera he mirado hacía esa dirección esos días para comprobar que todavía esté allí.

Yo sabía que estaba el de Louis; simplemente, había olvidado.

- Ha sido él- me excuso, como si eso pudiera cambiar algo. Lo único que consigo es que mis mejillas se pongan de color rojo. Completamente rojo. Él me mira, levantando ambas cejas. Lo que sucede, es que Niall quiere que yo tenga un novio; y ese novio definitivamente no será Louis.

Si cupido me diera su corazón ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora