capítulo 4

750 36 4
                                    

1 semana después

No tenía ganas de levantarme de la cama, toda mi vida es una mierda, estar lejos de mi familia me está matando lentamente, muchas veces Alex me ayuda a olvidar por unos minutos pero nada quita el dolor en mi pecho. Ayer encontraron a Emil estaba en una casa muy lejos de los demás, estaba muy mal, deprimido y no había comido casi nada. Lo encontraron tirado en el sillón, borracho. Cuando lo encontraron lo escucharon llorando y diciendo que quería morir y estar junto a mi… eso me destrozo, no paré de llorar en todo el día. Mi mamá está a punto de perder su empleo, no ha ido a trabajar en una semana, mi papá parece sobrellevarlo mejor que los demás, pero no está dando el mismo Desempeño en el trabajo que antes y eso me hace sentir culpable, por mi culpa todos fueron afectados. El señor Kleiber me llama todos los días dándome noticias de Alemania.

Siento los conocidos brazos de Alex a mi alrededor, siempre que lloró él se queda a dormir, su calor me da paz, me hace sentir como en casa, hemos desarrollado una hermosa relación de hermanos, con el puedo llorar y gritar, siempre me ha escuchado y nunca ha dicho nada, conmigo no es callado, todo lo contrario, le gusta hacerme bromas y reírse de mí. Me hace recordar al Alex de Alemania.

Hoy vuelvo a clases, estoy asustada, no quiero hacerle daño a alguien, pero sé que los chicos estarán conmigo eso me mantiene un poco más tranquila, pero solo un poco.

-Alex –lo sacudo suavemente, el abre poco a poco sus ojos  -tenemos que ir a clases –yo no quiero llegar tarde a mi primer día.

-Minnie, duerme es muy temprano –sí tengo apodo y lo odio pero no puedo hacer nada para evitar que él me diga así.

-pero ya es tarde –como no veo esperanzas de que se levante, quito la cobija de mi cuerpo y camino hasta el armario, sacó un pantalón negro, una camisa del mismo color y ropa interior, al menos aquí no tengo que usar uniforme. Voy al baño y cierro con llave. Entró a la ducha y dejo mi cabeza dentro del chorro como siempre lo hago para evitar llorar, tomó aire pesadamente al sentir un nudo en mi garganta. Estos días ha sido lo mismo, llorar por las mañanas, casi no comía (Sí ya acepte el tener que cazar) y por las noches llorar en los brazos de Alex, tengo que cambiar o moriré de depresión, aunque eso no es una mala idea, después de todo estoy muerta para mi familia.

Salgo del baño ya vestida, me acerco al espejo y le echo una mirada a mi rostro, agarró maquillaje, no quiero que nadie vea lo mierda que me siento, necesito tapar la fachada de chica depresiva. Paso maquillaje por mis labios y ojos, ahora me veo mejor, como una chica normal, aunque no lo sea. Me dejo el cabello suelto, meto lo necesario en mi mochila.

Alex seguía en la misma posición, fui al baño y llené un vaso con agua. Camine con cuidado para no tirar el líquido, llegué a su lado -¿no piensas levantarte? –el negó con su cara en la almohada –Bueno –Tiré el agua, saltó de la cama, lejos de mí –buenos días Alex.

-¿no sabes que los perros odiamos el agua?- dijo con el ceño fruncido.

-de hecho, son los gatos los que odian el agua –aclaré y me gané una mirada de odio por parte del moreno –Okey –alcé las manos –tenemos que ir al colegio –Abrió los ojos como platos y corrió a donde estaba su móvil.

-mierda –masculló y salió corriendo de la habitación.

Hice lo mismo, baje las escaleras con mi mochila en mis hombros. Llegué a la cocina donde estaban casi todos los Evans, sí, casi porque Alex seguro se estaba alistando para el colegio –buenos días –saludé y fingí una sonrisa, me estaba haciendo buena en hacerlo.

-Hola Minna –Matt palmeo el lugar que estaba cerca de él, me senté y a los segundos tenía el desayuno frente a mí.

Jugué con la comida y algunas veces llevaba un poco hasta mi boca. Alex llegó agitado, se sentó en la mesa sin decir nada. Yo aproveché el momento y volví a subir a mi habitación para cepillar mis dientes.

STAYWo Geschichten leben. Entdecke jetzt