Parte 2

423 55 0
                                    

"¿Su qué?".

El chico era moreno, de cabellos negros, se notaba mayor y un poco más alto que él, delgado pero musculoso. Llevaba sólo una remera blanca y unos jeans de mezclilla algo gastados. Taemin no tenía un ideal de chico que pudiera gustarle pero admitía cuando un hombre era atractivo y vaya que ese joven lo era.

Su mente se quedó en blanco unos instantes hasta que, con la brisa nocturna, el aroma del otro muchacho le alcanzó. Si pudiera describirlo en una sola palabra diría "cabaña", porque no sólo el hombre olía como la madera, sino también como a una chimenea encendida, a una bebida caliente, a una cama tibia. Eran tantas cosas mezcladas que terminaron por traerle paz y le hicieron cerrar los ojos al menos hasta que el chico volvió a hablarle.

–Ven, mi casa está cerca de aquí, hablemos allí –Su voz sonaba amable y Taemin casi podía jurar que igualmente era amorosa. Por ello cuando el chico le tendió la mano, no le pareció alguien peligroso o de quién temer. Quiso dar un paso hacia él pero de nueva cuenta el aroma ajeno le inundó y sus caderas temblaron deseosas haciéndole recordar que aún seguía duro bajo sus pantalones.

–Yo... no puedo –Se dejó caer de rodillas y para su sorpresa el otro muchacho hizo lo mismo emitiendo un jadeo tan profundo que Taemin creyó que fue seductor.

–Tú... ¿estás en tu celo? –El hombre se quejó entre sorprendido y excitado. Su cuerpo reaccionaba por completo a lo que parecía ser el aroma de Taemin, una mezcla del olor de la dulce miel y de una mañana lluviosa –¡¿Por qué apareciste así?!

En tan sólo un parpadeo el desconocido se había abalanzado sobre Taemin, tomándole de la cintura y como si pesara lo mismo que una almohada, lo cargó en sus brazos y corrió con él a una velocidad impresionante en dirección a la espesura del bosque.

–¡Espera! ¡¿A dónde me llevas?! –Taemin no daba crédito a lo que veía, en algún punto el otro hombre se había convertido en un enorme lobo negro y lo llevaba sobre el lomo hasta adentrarse en lo que pareció ser una madriguera escondida bajo un enorme sauce.

Ya dentro, Taemin bajó presuroso del animal e intentó salir corriendo pero sus piernas no respondían ni un poco. Cayó al suelo y arrastrándose se pegó a una de las paredes hechas de las raíces del gran árbol. Su voz no salía del terror que invadía cada parte de su ser.

Aquí estarás a salvo –El lobo no podía hablar pero Taemin escuchó la voz de aquel sujeto en su cabeza y eso acrecentó el miedo en él –Si algún otro alfa viene, yo te protegeré.

El lobo frente a él era descomunal, para nada similar a cualquier otro que hubiera visto en los zoológicos ni en la televisión. Su pelaje era enteramente negro aunque algunas partes brillaban con el fuego que ardía en una chimenea al fondo de la madriguera. Sus ojos eran rojos, no muy grandes pero realmente profundos y su boca, por todos los cielos, estaba seguro de que dentro habrían unos dientes intimidantes.

Vamos, muéstrame a tu lobo... –La voz en su cabeza se repitió y el animal se paseó frente a él, como si quisiera presumir su imponente belleza –¿Te gusto?

Taemin estaba ido, no entendía nada y su entrepierna estaba tan húmeda que los líquidos ya no se quedaban en la toalla sanitaria. Su voz quiso salir pero no pudo y se tambaleó hasta quedar en cuatro frente al tenebroso animal. Sin embargo, como si esa posición fuera una invitación, el lobo sacudió su cola como lo perros lo hacen al recibir a su dueño, se acercó lentamente y bajó su cabeza frente al humano.

Tu aroma me está enloqueciendo, ¿puedo tocarte? –Un fuerte chillido fue lo que Taemin emitió cuando vio a la bestia acercarse demasiado a su cara, ¿lo iba a morder? ¿se lo iba a comer? No quería morir y menos de esa forma –Tranquilo, no te haré daño sólo háblame, por favor.

–Esto es un sueño –Taemin repitió la misma frase tres veces con los ojos fuertemente cerrados y cubriendo sus oídos esperando así dejar de oír aquella voz.

No lo es –La voz hizo temblar al humano –... ¿no te gusto? –El lobo se sentó cual perro obediente luego de retroceder.

–Esto no es posible, ¡¿cómo un animal puede estar hablándome?! Y hace un segundo eras un chico, ¿tu omega? ¿de qué diablos hablas? ¿cómo es que...? –Todo quedó a la mitad cuando el lobo volvió a transformarse en el muchacho. Su rostro se notaba incrédulo –Dios mío, esto no es posible, ¡un mounstro!

–¡Ey! ¿No eres tú el que está diciendo disparates? –El moreno se le quedó mirando estupefacto intentando adivinar qué era lo que estaba sucediendo ahí –Nunca te había visto, ¿eres de alguna manada lejana?

–¡No entiendo de qué estás hablando! –Intentó reunir valor para ponerse en pie pero dejó la idea cuando notó que aquellos movimientos hacían que el otro hombre quisiera acercarse.

–Eres un omega, ¿no? Respondiste a mi llamado, ¡eres mi destinado! –Sin querer el chico había alzado la voz. Había esperado tantos años para sentir que finalmente podría aullar por su destinado como para que la madre Luna le jugara una broma con un chico que se veía más confundido que él. Esa noche debía ser la más hermosa de su vida y en cambio tenía a un chico ignorante del tema y temblando mientras humedecía el suelo bajo él.

–¡Que no sé de qué hablas! ¡Déjame salir, quiero ir a mi casa! –Y nuevamente intentó levantarse ahora evadiendo la ayuda de lo que él creía que era un mounstro.

–Si sales así harás que algún alfa te encuentre, y yo no voy a permitir que otro te toque. Eres mi omega –Su voz se escuchó desesperada y sólo por ello Taemin le miró a los ojos. Las pupilas que antes pudo ver marrones ahora eran rojas como las del lobo.

–¡Aléjate, jodido mounstro! –Y cuando Taemin lanzó un fuerte manotazo, el otro chico le sujetó de la muñeca.

El tipo en serio era fuerte, pero eso importó poco cuando por el agarre, una fuerte corriente eléctrica atravesó ambos cuerpos. Taemin estuvo a punto de caer de rodillas por segunda vez pero el moreno no lo permitió. Le rodeó por la cintura y sin poder controlarse más, hizo chocar sus bocas. El placer que los dos sintieron fue tal que por unos breves instantes dejaron de respirar. La lengua del hombre lobo profanó la pequeña boca del humano, atrapó la de este e inició una guerra de sí y no en la mente del chico. Sólo era un beso, pero era el primero de ambos. A partir de ese punto todo era mero instinto, lamerse, morder los labios del otro, querer abrazarse cada vez más unidos, fue como si el tipo alto supiera encajar sus labios y como si Taemin ya conociera la manera correcta de tocarle en el interior. Se estaban besando como si se conocieran de toda la vida y esas fieras ganas sólo pudieran ser saciadas entre los dos.

–¡Wao! ¡Eso fue increíble! –Cuando finalmente se alejaron, el alto fue quien habló primero. Se veía satisfecho, feliz y ya bastante animado para ir más allá de eso.

–¿Qué fue eso? No, yo no quise... –Taemin en cambio estaba sorprendido de sí mismo. Lo que acababa de suceder no fue porque él quisiera hacerlo, alguien más pareció controlarlo en esos momentos.

–... ¿No quisiste? –El silencio repentino hizo queel más bajo se encogiera de hombros, cerrara los ojos y rogara porque si esoera un sueño, tenía que despertar. El moreno, por su parte, le miraba sincomprender nada –Tu lobo, muéstramelo.

Mi lobo Blanco [2min]Where stories live. Discover now