Capítulo 11

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La rubia alzó su rosácea mirada hasta la luna, suspirando suavemente. Aquella era una de sus vistas preferidas y justo por ese motivo, la azotea de la Academia se había convertido en su lugar predilecto, perfecto para pensar.

Aquella noche pensaba en Morgana. Desde su llegada a la mansión y a sus vidas, definitivamente las cosas habían cambiado.

Pero claramente No en el sentido de que hubiesen ido a peor, sino todo lo contrario. Yui tenía la sensación de que fuese como si los vampiros sádicos, fríos y engreídos que conoció alguna vez se estuvieran esfumado poco a poco, dando paso a seres más 'humanos' por decirlo de alguna manera.

Una suave sonrisa se coló en sus labios tan solo al pensar en eso. Realmente estaba feliz. Se sentía mucho más cómoda ahora.

De pronto, una voz interrumpió abruptamente sus pensamientos, haciéndola voltear levemente hasta dar con su fuente.

Yui...

Casi de inmediato, su sonrisa se ensanchó notablemente, viendo como la cabeza del clan Mukami caminaba hacia ella y le correspondía la sonrisa.

Buenas noches, Ruki-kun —Comentó con amabilidad, dándose la vuelta entera hacia él.

En todo ese tiempo, la rubia se alegraba sinceramente de poder haberse llevado con los Mukami de una manera que iba incluso más allá de la forma en la cual se llevaría con cualquiera de los Sakamaki exceptuando a Ayato.

Su relación con Kou, Ruki, Azusa y Yuma era muy sana, totalmente diferente a cuando recién se habían conocido. Incluso podría decirse que se habían vuelto muy buenos amigos.

¿También has venido aquí para pensar? —Fue lo que salió de labios de Ruki, quien ya había borrado su sonrisa del rostro y ahora tenía una expresión neutral, deteniéndose al lado de Yui con la vista fija en el cielo. No esperó una respuesta— Hace un par de días que no hablamos. ¿Que ha sucedido en esa casa en la que vives?

La rubia estaba muy tentada en contarle todo lo relacionado a Morgana, el hecho de que hubiese llegado y cómo había conseguido cambiar las cosas en tan poco tiempo, pero finalmente se abstuvo de hacer cualquier comentario al respecto.

No quería cometer alguna imprudencia. Decidió desviar el tema hacia un terreno más seguro.

Bueno, nada importante... A-ayato y yo... —De pronto y sin querer, sus mejillas se tiñeron de rojo, intentando seleccionar con cuidado las palabras que iba a decir— No creo que una relación de esta manera sea realmente lo que quiero...

Ruki frunció el ceño y volteó hacia su acompañante, intentando entender lo que le decía. Yui suspiró y bajó la mirada hacia sus manos.

Realmente no lo sé. Gracias a tus consejos creo que he avanzado algo en lo mío con él, pero no del todo... Al menos no como me gustaría —Y negó con la cabeza— A veces se comporta de una forma tan dulce, tan tierna e incluso me defiende de sus hermanos... Pero otras veces tan solo pasa de mi, le doy igual, permite que los demás me traten como se les venga en gana... y me deja confundida...

El roce de la mano de Ruki en su mejilla la hizo sobresaltarse, volviendo la vista hacia él para sorprenderlo mirándola con ternura.

De pronto, el de cabello azabache la invitó a caminar a su lado, sentándose ambos de pronto en una banca cercana. La rubia se mantuvo a la expectativa de lo que fuese a decir.

Luego de unos segundos, finalmente habló.

Quizá el problema no seas tu, sino él... ¿Nunca pensaste en eso? —Comentó con la mayor naturalidad del mundo.

EDITANDO || Mi hermana © [ Diabolik Lovers ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora