Capítulo 10

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Ayato's POV

El vampiro de roja cabellera se encontraba con el pelilila y con su gemela sentados los tres en una banca de la Academia.

Las clases aún no se habían reanudado, por lo cual los dos chicos estaban devorando parte del almuerzo que Morgana había traído y de buena gana les había compartido.

Ayato tenía que admitirlo. Un punto bueno de que ella fuese su gemela era que ambos tenían los mismos gustos, por lo cual ella siempre debería traer deliciosos Takoyakis a la Academia.

Sonrió para sus adentros y se echó otra bolita a la boca, sonriendo por lo deliciosos que se veían y estaban. Kanato estaba por su parte trozando un pedacito de magdalena, el cual se llevó a la boca sonriendo del mismo modo.

De pronto y sin previo aviso, Kanato miró a Morgana, hablándole con infinita ternura.

Nos gustaría hacer una comida en honor a Morgana-San... Claro, si es que ella quiere —Y luego alzó a su oso de peluche, moviendolo como si este se encontrara danzando— ¿Ves? A Teddy también le parece una buena idea

Los ojos del pelirrojo se abrieron cuales platos y con velocidad volteó a ver al estúpido de su hermano. ¿En qué estaba pensando? Se supone que el tema de la fiesta era solo un secreto.

Morgana rió suavemente y con un hesri casi maternal acarició la cabeza de Teddy por un momento.

Teddy y tu son muy amables por hacerlo, pero no es realmente necesario, Kanato-kun... —Y de pronto se puso de pie, mirando a ambos vampiros alternativamente— ¿Podrían disculparme un segundo? Necesito ir al sanitario...

No esperó su respuesta. Tan solo les dirigió una sonrisa más antes de darse la vuelta y desaparecer por los pasillos. Tanto Kanato como Ayato se quedaron siguiendo el movimiento de su silueta por un rato hasta que el pelirrojo se asegurase que estaba lejos. Entonces se dirigió a Kanato un tanto molesto.

¿¡En qué pensabas, idiota!? ¡Dijimos que la fiesta iba a ser una sorpresa! —Frunció el ceño y tras unos segundos, se dio cuenta de que no habia respuesta alguna. Kanato seguía mirando a la dirección donde su gemela se había ido. ¡Mierda! Ayato odiaba que lo ignoraran— ¡Oye! ¿¡Me has puesto...!?

Realmente no creo que ella le haya puesto la suficiente atención a Kanato de cualquier manera —Comentó de pronto una voz a sus espaldas, lo cual bastó para hacer voltear al pelirrojo.

Subaru los estaba mirando apoyado en uno de los pilares de la academia con los brazos cruzados. Su mirada pasó rápidamente de Ayato al mismo punto donde Kanato miraba.

El de la corbata mal atada estaba a punto de preguntar a lo que se refería el albino, pero Kanato habló primero que él.

Morgana-san luce diferente... Su risa no es alegre y su sonrisa no le llega a los ojos

¿También lo notaron? —Ahora Laito fue quien habló, apareciendo de pronto al lado de Subaru mientras se acomodaba la fedora.

De pronto Laito, Kanato y Subaru se hundieron en un silencio que dejó a Ayato pensando. ¿Realmente Morgana se había portado de una manera distinta? De ser así, él lo habría notado ¿No?

Porque eran gemelos... ¿Verdad?

¿Verdad?

—"¿Tan egoísta he sido...?" —Pensó por un molesto, pero al notar esto, decidió borrarlo de su mente.

Sacudió la cabeza y notó que todos miraban al mismo punto. Volteó de pronto hacia aquel lugar y por primera vez desde, bueno... no sabía exactamente... su mirada se suavizó y se dio cuenta de que se había preocupado de verdad por Morgana.

EDITANDO || Mi hermana © [ Diabolik Lovers ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora