Zayn no había dormido, se había sentado a su lado mientras el derramaba lágrimas sobre la almohada de su cama. De repente sentía los dedos de su amigo paseándose por su cabello, intentando consolarlo con ese gesto. Harry lo agradecía, en verdad, pero no sabía en qué momento iba a parar, se sentía infinito.

Ambos vieron el cielo aparecer lentamente por la ventana, dejando atrás la oscuridad, ellos sin haber dormido ni siquiera un momento y sin haber pronunciado ni una sola palabra. Era como un luto, algo dentro de Harry había muerto y de eso estaba seguro.

- Traeré un poco de té - fue lo único que salió de los labios de su mejor amigo. Su voz había sonado ronca y cansada.

Lo miró levantarse de la cama para salir por la puerta.

Sabía que tenía que mejorar, no podía quedarse estancado en ese sentimiento y tampoco debía pretender que todo estaba bien frente a Louis porque no lo estaba, nada estaba bien.

Se puso de pie, buscó su computadora portátil y después de encenderla empezó a redactar una carta de renuncia, pero sabía que eso no era suficiente, eso no plasmaba sus sentimientos, así que después de tomar un poco de aire, sintiendo los ojos más cansados que nunca, comenzó a escribir lo que pensaba en ese momento.

- ¿Harry? - su amigo lo llamó, adentrándose a su habitación con dos tazas en sus manos - ¿Qué haces? - preguntó al sentarse a su lado.

- Terminando con esto.

Tomó la taza que su amigo le ofrecía y después de darle un sorbo, la puso sobre la mesa de noche que se encontraba a un lado de su cama y continuó con su escritura.

Cuando se sintió completamente convencido de lo que tenía enfrente, mandó a imprimir el archivo. Terminó con su té y decidió que dormiría hasta el día siguiente ya que tendría que salir temprano de su departamento si quería llegar a la oficina de Louis a dejar ese documento antes de que el de ojos azules hiciera su aparición.

Todo iba a terminar... y dolía.

~*~

Las lágrimas rodaban por su rostro delgadas y fugitivas pero constantes debido a que sus ganas de contenerlas eran completamente inútiles. Por mucho tiempo había estado evitando ese momento, pero el dolor en su corazón esa mañana y el cargo de conciencia eran tan grandes que daban paso a un profundo vacío en su alma puesto que las mentiras le habían hecho perder a quien más amaba.

Su esposo se encontraba sentado enfrente de él, mirándolo con preocupación. Tal vez no había sido buena idea levantarse de la cama y llegar a la cocina donde estaba Matt con ese estado de ánimo, pero todo lo estaba sobrepasando y ya no podía más.

- Louis, ¿Estás bien? – preguntó su esposo con la voz cargada de sincera preocupación – Si es por tu familia, sabes que aunque no tenga una buena relación con ellos, puedo ayudar, pero no llores más.

Negó rápidamente con la cabeza para que Matt descartara esa idea, mientras pasaba una mano por su rostro ya completamente empapado por el llanto.

Ni siquiera sabía si tenía suficiente voz para poder formular una oración, aunque en realidad no importaba debido a que su mente se encontraba trabajando tan rápido que las palabras no conseguían acomodarse para que lo que fuese a decir sonara coherente.

Matt extendió su mano sobre la mesa para poder alcanzar la que él tenía descansando sobre la madera de la mesa del pequeño comedor de madera que habían comprado para la cocina cuando apenas se habían casado. Sus ojos azules siguieron sus movimientos con los recuerdos acumulados y sin más retiró su mano para evitar cualquier tipo de contacto.

INFIEL ~| LARRY STYLINSON|Where stories live. Discover now