Capitulo - 42 - FINAL

3.2K 137 36
                                    


En lo que siguió de la fiesta fueron risas. Mi familia acogió a Ignacio como uno más; incluso mi tía. Aún era la hora y no lo soltaba, llevaba tres canciones bailando con él. Mi novio ya no sabía que cara poner.

—  Pienso que ya debes rescatar a tu amado de las garras de tu tía — escuché decir a mi lado.

 Realmente lo estoy disfrutando, nada más mira su rostro — me carcajeo.

 Que mala eres, velo está que explota del cólera

Oriana tenía razón; mi chico ojos miel no demostraba otra cosa más que eso.

 Está bien. Iré en su rescate

Oriana volteó los ojos y yo solo me levante para llegar hasta donde estaban.

Realmente el día estaba yendo hermoso; todo esto me parecía un sueño. Él aquí conmigo, con mi familia. Lo disfruto; realmente lo hago. A mi corta edad quizá sea apresurado decir que es el hombre de mi vida, pero lo siento así y eso: desde que lo conocí, tan gruñón, tan arrogante, ahora me doy cuenta que sus maneras eran las que llamaban mi atención siempre.

 Tía — carraspeo — siento mucho quitarte el parejo, pero lo he traído yo, así que es mío

Capto su atención y dejan de bailar. Ella me mira feliz e Ignacio suelta el aire contenido, como si hubiese sido salvado de un mal rato.

 Claro querida, todo tuyo — me dice, soltando a mi novio y dándome un beso en el cabello — Realmente no es un buen parejo, mis pies lo están lamentando — comenta lo último, guiñándome un ojo y se va.

 Oye, eso es mentira. No soy un gran bailarín, pero me defiendo — alega Ignacio.

 Lo sé amor, lo he visto todo — me empino para darle un beso en la boca y él rodea mi cintura.

 Bailemos — susurra en mis labios.

 Si... - rodeo sus hombros y él abraza más mi cintura, por lo que quedamos más pegados el uno al otro.

 Eres realmente bajita, te cansarás los pies empinada. ¿No pensarás bailar así toda la canción o sí?

Dejo de abrazar sus hombros y me pongo en modo normal.

 Le quitas lo romántico a todo, tarado — le reclamo

Él se carcajea. Quita el brazo izquierdo de mi cintura y lo alza en el aire.

 ¿De verdad harás eso?

 Quieres que sea romántico ¿no? Anda, dame tu preciosa mano.

 Pero no vamos a bailar un vals, es un vallenato.

 Camila...

 Está bien, está bien — respondo resignada

Alzo mi brazo y entrelazo mi mano con la de él.

 Recuesta tu rostro en mi pecho — me dice y algo dudosa lo hago.

 Esto es ridículo — susurro.

 Te escuché

Me río y empezamos a movernos despacio de un lado a otro.

 Es la verdad, Ignacio.

 Solo te doy lo que querías. Un momento magnífico con un hombre guapo como yo.

Mírame Con AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora