—¡Park Shye!—Salté sobre mi asiento un poco aturdida y miré hacia todos lados, confundida. La profesora de español se encontraba mirándome fijamente y con el ceño fruncido, lo único que recordaba es que estaba soñando otra vez con esa espantosa noche e ideando un plan para separarlos, sí, soy una hermana malvada. —¿Puedes por favor traducirnos estas palabras?

—Soy mitad Rusa, no mitad española. —Aún no me encontraba en mis cuatros sentidos, y creo que mencionar que mi padre era Ruso no le agradó para nada, de fondo se escuchaban las risas de mis maleducados compañeros.

—¡Ve a la oficina del director y espérame ahí!—Asentí resignada y guardé mis cosas en la mochila para salir despacio del salón, hoy Chanyeol había faltado a clases, así que sí, estaba sola y desprotegida. Me había mandado mensajes pidiéndome que pasara a verlo después de clases, ya que había cogido un fuerte resfriado.

Caminé hasta la sala del director y esperé a fuera, sentada junto a otros tres chicos, jugué con la punta de mis pies y miré mis rodillas, tenían forma de una cara de bebé.

—¿Shye? ¿Qué haces acá?

No podía ser peor.

—Nada. —respondí tajante— Estoy esperando a que me depositen mi beca.

—¿Ah, sí? Creí que tenías mucho dinero y no recibías ese tipo de apoyo para gente pobre.

Rodé los ojos y decidí ignorar sus chillidos. Chaeyoung seguro se encontraba acá por coquetear con los maestros, o peor, por follar en partes indebidas, lo de siempre.

—Yo estoy acá porque a Yoongi y a mi nos atraparon cogiendo en la sala de maestros. Fue algo rápido, obviamente los dos logramos llegar, pero cuando estábamos vistiéndonos un profesor llegó y nos atrapó.

Justo donde no le pregunté.

Justo en el corazón. <<<<jajaja, patética>>>>

Vamos, si hubiese sido así, Min Yoongi se encontraría acá con ella y no...

La puerta del director se abrió, dejando ver a un despeinado Yoongi y con la camisa desarreglada. Mi corazón se estrujó más de lo que ya estaba, sentí nuevamente mi mundo caer.

—El director quiere que pases. —Yoongi miró a Chae por unos segundos y después a mi. Ella le lanzó un beso antes de entrar y dejarnos a los dos ahí, solos, si ningún tema de conversación.

—¿Qué haces aquí?—Su voz se escuchaba áspera, como si hubiera estado gritando minutos antes, o como si hubiera rapeado mucho por la noche.

—¿Por qué tanto interés?—Se encogió de hombros antes de sentarse a mi lado y mirarme fijamente. Yo sólo bufé.

—No es normal que estés en este lugar, digo, me atrevo a decir que nunca antes habías estado aquí. —Chasqueó su lengua y peinó su flequillo con nerviosismo.

—Ya, pero se me dió por presumirle a la maestra de español que mi padre es Ruso y no necesitaba aprender otro idioma.

Una pequeña risa se escapó de sus labios, mostrando sus pequeños y adorables dientes... digo, horrenda sonrisa.

—Sabes Shye, sé que te dije que eras fea, pero en realidad yo...

—Creo que no es momento para hablar de eso, ya pasó, estoy bien, de verdad. — Después de interrumpirlo me encogí de hombros y le sonreí, claro, una sonrisa tan falsa como los pechos de mi madre. Daba igual, ya no era asunto mío.

—Yo sé, pero mira, quiero que nos veamos saliendo de clases, quiero arreglar aunque sea la poca amistad que nos queda.

Solté una carcajada, llamando la atención de las pocas personas que se encontraban en aquél lugar.

I don't like your face » mygOnde histórias criam vida. Descubra agora