Capítulo 7.

15 2 1
                                    

Recomendación del día: Cuida tu cabeza, y tus palabras.

Febo se había ofrecido a llevarme al instituto el resto de la semana, creo que se sentía mal por haberme condenado a sufrir internamente luego de la charla con el profesor Bennet, aún así, acepté.

Llegó particularmente temprano esa mañana, 15 minutos antes de lo acordado, obligándome a dejar a mamá con medio desayuno sobre la mesa. Y allí se encontraba, en el asiento del conductor con un móvil en mano viendo quién sabe qué. Abrí la puerta del copiloto y me senté, con mi mochila sobre las piernas. Desde tan cerca pude entender por qué aún no me había mirado, la preocupación y determinación en su rostro me hizo entender la seriedad del asunto, eso y el hecho de que rechazaba llamadas. Y es que, siendo sincera, esa carrera de autos parecía muy importante. Un par de insultos después, me miró.

- Hola, Pet.

- Hola, Febo. Teniendo en cuenta que llevo 5 minutos en silencio, ¿Al menos has ganado? - Sonrió.

- ¿Te conformas con un tercer lugar?.

- Eres tonto, Febo - dije. Rió y encendió el auto, pronto estuvimos saliendo de casa - ¿Por qué tan temprano hoy?.

- Necesitaba hablar de algo contigo - entrecerré mis ojos cuando me giré a observarlo, sin embargo, su vista se mantuvo al frente.

- Te escucho - dije.

- El otro día, en la charla - Una mueca se formó en mi rostro, pero asentí, incitándolo a hablar. Sabía que tarde o temprano tendriamos que hablar de eso, aunque lo habíamos evitado muy bien los días anteriores. - Te patee, ¿Lo recuerdas?.

- Si, perfectamente.

- Bueno, fue por una razón - se removió un poco en su lugar - Ibas a leer a mi padre.

- Tu padre no estaba dándome toda la información, ¡Y estaba desesperada! - me excusé, Febo asintió.

- Te entiendo, Pet. Y no te juzgo, pero quiero pedirte que no lo vuelvas a hacer, no con mi familia.

- ¿Para que no me descubran?.

- Va más allá de eso. Hemos vivido demasiado, Pet. Mucho más de lo que podrías llegar a aguantar, y tengo miedo de que al leernos.. - Se detuvo un momento, luchando contra sí mismo - Tengo miedo de que al leernos te quedes atrapada y veas cosas que puedan ponerte en peligro.

- Febo, estoy bien, no debes cuidarme de nada, tu padre dijo que no soy del linaje de Blaire..

- Mi padre dijo que la única que lo puede saber es mi hermana, y si, debo protegerte, perteneces a nuestra familia ahora.

- ¿Por ser el cachorro de Blaire?.

- Es más complicado - lo miré en silencio unos segundos, lo suficiente para que también me mirara. Sus ojos oscuros querían revelarme mil cosas, me sentía enormemente interesada en aquellas cosas, y luego apartó la mirada - Pet.

- Eres un aguafiestas - me queje.

- Sólo me cuesta creer qué es lo que tanto quieres ver.

- Bueno, ahora que lo mencionas, hay un tema del que quiero hablar.

- No me gusta como suena eso - dijo, con indecisión en su rostro.

- Si no quieres que lea tus ojos, al menos deberías responder mis dudas. No todos tenemos 3 milenios de edad.

- Ok, lo entendí. Dime.

- Tal vez sea un poco inapropiado que pregunte esto, pero lo estuve pensando bastante y no tengo respuesta por mi parte.

Criaturas 🌟Onde as histórias ganham vida. Descobre agora