Capítulo 6.

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Segunda recomendación del día: ¡Deja de ser tan curiosa, maldita seas!.

Ni había terminado de abrochar mi cinturón cuando comencé a hablar.

- Tienes hijos-dije ni bien se sentó del lado del conductor de aquel viejo auto. Febo asintió mientras se ponía su propio cinturon. Se acomodó, arrancó el auto y lo sacó de la entrada del instituto. Al notar que aún lo miraba, me miró también.

- 4, Tengo 4: Ally, Anderson, Charlus y la pequeña Proserpina De Corinto-dijo.

- ¿Te refieres a pequeña PEQUEÑA?-pregunté enfatizando la ultima palabra, Febo giró a la derecha al tiempo en que chasqueaba la lengua.

- Proserpina nació en la antigua Grecia, Pet, en Corinto.

- ¿Y es tu hija más joven?.

- Así es-no pude evitar que un "wow" escapara de mis labios.

Era imposible creer que Febo, el niño de 13 años aquí a mi lado, tuviera más de tres milenios y 4
hijos..Y que además tuviera permiso para conducir un auto.

Sentía que jamás lograría dejar de sorprenderme, incluso me sentía estúpida por sorprenderme.

- Proserpina-repetí varias veces-es un nombre muy extraño-Febo sonrió.

- Es romano. Proserpina, la diosa romana de la primavera-explicó frenando en el semáforo-Alba, ya sabes, su madre. Quería llamarla Diana, para que combinara con Febo el dios del sol. Pero de ser Diana, sería idéntica a Blaire y Prim, y no quería eso-rió-Alba entró en trabajo de parto muy lejos de su hogar, para llegar teníamos que
cruzar un gran prado. No lo logramos. Nació allí mismo, en plena primavera, y yo creí que sería muy obvio cuál debía ser su nombre.

- No lo entiendo - dije, dando vueltas a un asunto hace rato.

- ¿Qué no entiendes?.

- ¿Por qué tiene un nombre romano si ella es griega? ¿No existía una rivalidad entre griegos y romanos?.

- Que inteligente, Pet - sonrió, frenó en un semáforo y me miró - yo soy griego, nací en unas vacaciones en Grecia, y tuve que caminar varias millas hasta la casa de Paul y Meredith, ambos me nombraron Febo, nombre que de forma graciosa luego pasó a ser romano. Me fui con ellos al terminar sus "vacaciones", pero volví un par de siglos después sólo para ayudar a mis hermanos griegos en su rivalidad con Roma. Pero el destino me jugó una mala pasada y me enamoré de la hija de un reconocido guerrero romano.

- Alba - dije, él asintió con su cabeza mientras el coche volvía a avanzar.

- Alba de Roma, así es.

- ¿Qué sucedió con ella?.

- No aceptó la mano griega sino hasta que Proserpina nació, y para ese entonces ya no le quedaba mucha vida por delante - Quedé en silencio, la incomodidad reinaba en aquel vehículo, yo sólo quería abrir la puerta y tirarme. Aún así, Febo aún no parecía lo suficientemente deprimido como para cerrar su boca - Crié solo a Proserpina, le regalé el pasado, literalmente, sólo para que conociera a su madre.

- ¿Y cómo hiciste eso? - Me animé a preguntar, tan bajo que por un momento creí que no me escuchó.

- ¿Regalarle el pasado?, Bueno, no acostumbro a hacer algo así, normalmente le cedo algún don a mis hijos; Charlus puede presentir correctamente, Anderson es un perfecto adivinador y Ally puede ver más allá del presente. Todos ellos tienen dones del futuro, les permito crear el futuro. A Proserpina no, a ella le regalé el enorme trabajo del pasado, todo de él, y no me ha decepcionado con sus acciones.

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