88. Aquí estoy yo

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- ¿Tienes hambre? –Preguntó Poché, interrumpiendo los pensamientos de Daniela y señalando una pequeña venta de hot dogs a la orilla de la calle.

-No hace falta –Respondió Daniela modesta, sin embargo, María José la ignoró y se acercó hacia el chico.

-Dos hotdogs, por favor –Pidió sacando su billetera, Daniela la miró y rodó los ojos acercándose a ella.

-Realmente no haces caso a lo que te digo –Mencionó y Poché rio un poco al escuchar el comentario –No te rías, al parecer eres la misma de siempre, la que hacía caso omiso a las opiniones de los demás –

-Así es –Dijo la más pequeña mientras el chico le extendía sus brazos con ambos hotdogs, ella los tomó y pagó, miró algunas salsas en el pequeño carrito y se dispuso a verterlas en su hot dog, para después hacer lo mismo con el de Calle –Aquí tienes –Extendió el hot dog a la chica más alta, Daniela la miró antes de tomarlo.

-Poché –Pronunció Daniela mirando la comida en sus manos

-¿Qué? –Preguntó la más bajita –Tiene todas las salsas que te gustan, excepto la mostaza, por supuesto –Añadió y Calle sonrió al ver lo tierna que estaba siendo la chica más pequeña.

-Gracias –Fue lo único que respondió antes de darle un bocado, Poché procedió a hacer lo mismo –Mmm –

-Ricos, ¿no? –Dijo María José y Daniela asintió aún con la comida en su boca.

Ambas continuaron caminando unos metros más, hasta llegar a la arena, la playa estaba bastante iluminada por largos cables con muchas bombillas que hacían ver el lugar bastante lindo cuando era de noche, además el muelle también se encontraba iluminado y la rueda de la fortuna a un costado se veía reflejada en el mar. Calle y Poché se sentaron bajo una de las palmeras del lugar, realmente la noche estaba fría, pero ambas amaban estar en la playa.

-Gracias por el hot dog –Dijo Daniela mientras Poché se sentaba –Estaba delicioso –

-Con gusto –Añadió la otra chica desde la arena

-Que frío está Los Ángeles hoy –Exclamó Calle frotando sus brazos, Poché la miró desde abajo

-¿No te vas a sentar? –Preguntó haciéndole espacio a Daniela junto a ella

-No quiero llenar mi ropa de arena –Explicó la morena y Poché rodó los ojos –Es que es formal, no quiero echarla a perder –

-Mira, siéntate y te prometo que yo misma te la llevo a lavar mañana –Admitió la chica más pequeña tomando la mano de Daniela para que se sentara, esta sintió su cuerpo estremecerse ante el contacto, después accedió a sentarse.

-Mira que ya hiciste una promesa –Dijo Daniela y Poché levantó la palma de su mano en señal de juramento.

-Lo que prometo lo cumplo –Añadió María José sonriendo un poco, había muchas personas en la playa esa noche, y las voces se escuchaban por doquier, sin embargo, eso no era impedimento para que la conversación continuara –A todo esto, ¿por qué andas vestida tan formal? –Preguntó Poché mirando el outfit de la morena, un poco más de lo que debería.

-Hmmm... -Daniela comenzó a pensar en una excusa para evitar decir la verdad, que andaba en una entrevista de trabajo para un puesto de camarera –Yo... la universidad –

-Comprendo –Respondió Poché, sabía que le estaba mintiendo, así que no continuó con el tema.

-¿Por qué estamos aquí, Poché? –Preguntó Daniela después de varios segundos en silencio, realmente habían pasado casi media hora caminando, hablando de cualquier cosa y comiendo, pero la razón real de todo esto iba a cambiar todo lo que habían hecho hasta ahora, y Poché lo sabía.

El Campo Margarita • Caché (Terminada) Where stories live. Discover now