Tres Escobas

1.8K 174 25
                                    

     Nos dirigimos a las Tres Escobas.

—¿Qué vas a ordenar?— preguntó una mujer.

—Cerveza de mantequilla, por favor— pedí.

—Lo mismo— dijo Remus. La mujer asintió y fue a hacer nuestro pedido. Vi a James y Lily besarse. Remus también lo vio, al parecer, estaba igual de sorprendido que yo.

—Se ve que les fue bien— comenté . Remus rio.

—Si, eso creo. También creo que podrían ir a algún lugar con más privacidad— Yo asentí, era un poco incómodo verlos besarse.

—Bueno... ¿Que vas a hacer en navidad?— me preguntó.

—Me quedaré en Hogwarts, como todos los años.

—Este año Yo también.

—¿En serio?

— Si— asintió— para estar más contigo... y los chicos— sonreí.

— Genial...— La mujer llegó con nuestras cervezas de mantequilla.

—¿Por qué no vas y pasas la navidad con tus padres?— me preguntó.

—Es complicado. Más adelante sabrás todos mis secretos.

—¿Y por qué no ahora? ¿Por qué tanta espera?

—Es que... no es algo... normal. Primero, dudo que me creas, vas a pensar que me faltan tornillos. Segundo, si me creyeras, tendría que responder muchas preguntas, y sabrías muchas cosas que no quieres saber.

—Claro que lo querría saber y por supuesto que te creería.

—Eso lo dices ahora porque no conoces mi secreto— exclamé.

—Eres más que mi mejor amiga, pero no puedo considerarte ni eso si no me dices la verdad— me sentía muy mal. No era el momento indicado para decírselo, pero si no lo hacía, iba a dejar de ser mi amigo, y eso no lo podría tolerar.

—Rem, por favor...

—Después que dije ser un hombre lobo, prometimos que no habría más secretos.

—Los padres que tengo no son los míos. Su memoria fue suplantada para que creyeran que soy su hija— al menos iba a contar un poco de la historia.

—¿Y tus verdaderos padres?

—Son muggles.

—¿Pero, por qué no vives con ellos?

—Porque no están aquí.

—¿Aquí? ¿Donde?— me quedé en silencio unos segundos. No sabía si decirle la verdad o no.

—Están... están...

—Lamento haberte presionado, no tendrías que haberme dicho nada si no querías—comentó Remus triste. Estaba arrepentido.

—No importa— respondí tocando su mano. Él levantó la vista hacia mis ojos. Yo dejé, sonrojada, su mano.

—¿Confías en mi?— susurró inclinándose.

—Claro— respondí en el mismo tono de voz.

—Quiero saber tu secreto porque quiero estar seguro de no cometer un error.

—¿Cometer un error con que?- pregunté.

—Ven, te quiero mostrar algo— dijo parándose.

Remus y tú, mi historia Where stories live. Discover now