Remus y tú, mi historia

¿Vas a ir a Hogsmade?

    Había estado pensando mucho en mi secreto. En algún momento iba a tener que decírselos. Consideraba que el mejor momento sería cuando termináramos séptimo.

Después de salir de Pociones, me quedé con Sirius en la Sala Común, ya que Remus, James y Peter tenían cosas que hacer.

—¿Por qué tienes el pelo largo?— le pregunté a Sirius. Él se hecho a reír.

—No lo se, porque me gusta. ¿Acaso a ti no?

—No dije eso.

—¿Y tú por qué tienes el pelo así?—preguntó.

—¿Así como?— cuestioné tocándomelo.

—No lo se, que no es ni tan lacio ni tan enrulado— Si, ese era un problema que siempre lo había tenido. Mi pelo no era ni lacio ni enrulado.

—Es así, no puedo cambiarlo.

—Puedes hacer magia, así que si puedes cambiarlo.

—Pero no sería natural— objeté.

—¿Entonces los ojos que tienes son naturales?— exclamó. Esto me ofendió, ya que mis ojos si que eran naturales. Tenía los ojos grises acuosos.

—Claro que son naturales, ¿Y tú? ¿Tú eres natural?- comenté molesta. Él se rió aún más.

—Claro que soy natural.

Al rato llego James.

—Canuto, necesitamos tu ayuda.

—Esta bien, adiós, Bolasdepelos— exclamó Sirius.

Me quedé unos minutos sola cuando apareció Remus.

—Hola.

—Hola, ¿donde estaban?

—Eh... ayudando a James en algo.

—Ok...—dije poco convencida.

—¿El sábado vas a ir a Hogsmade?— me extrañó que me preguntara aquello, ya que siempre iba.

—Eh... si, supongo. ¿Tu?

—Si— respondió nervioso.— ¿y con quien vas a ir?

—Con ustedes, creo.

—¿Quieres ir conmigo?— preguntó. Yo sonreí. No me imaginaba eso.

— Si, es lo que hacemos siempre, ir todos juntos- comenté haciéndome la tonta.

—Pe-Pero solos los dos.

—Ahhhh— dije sonriendo— Está bien—respondí, actuando indiferente.

— Pero si no quieres...

— Ya dije que si, no te preocupes— él sonrió.