Remus y tú, mi historia

Me gusta alguien

     No entendía porque Lily me había llamado para eso, ya que podría habérmelo dicho en la noche. Pero creí que lo usó como excusa para hablar con James.

         Me dirigí al Campo de Quidditch para buscar a los chicos. Estaban hablando en secreto, lo único que llegue a escuchar fue:

—Es imposible con Dara— Lo que más me había llamado la atención era que Remus hablaba de mi. No entendía porque.

—Hola, ¿qué hablan de mi?— pregunté un poco molesta. Sirius sonrió y se dispuso a hablar, cuando Remus lo paró.

—Qué en todos los trabajos de equipo contigo los pasamos. Dije que era imposible perder contigo— note que mentía, y me dolió mucho.

—Puedo detectar mentiras.

—Lo qué pasa es que... ehh— estaba un poco sonrojado.

— Somos mejores amigos, no me mientas— exclamé.

—Por favor, no te enojes. Es que me da un poco de vergüenza decirlo— comentó Remus.

— Aún así, somos mejores amigos, no te voy a juzgar.

— Es que me... me... gusta alguien, y me daba vergüenza decírtelo— dijo Remus, y James y Sirius lo miraron raro. Yo me sentía rara también. Pero no era lo mismo, ellos estaban confundidos. En cambio, yo sentía algo que no había experimentado antes.

— Dímelo, Rem, no pasa nada. Tampoco me molestaría que fueras gay— Yo shippeaba mucho Wolfstar.

—¿Qué? ¡No!— exclamó— No se trata de eso.

—Ah, Bueno. Gracias por decírmelo— comenté dando media vuela y yendo a la Sala Común.

         No entendía porque, pero yo me sentía vacía. Era un sentimiento terrible, que no podría explicar ni aunque lo intentase.

          Cómo a la hora, los chicos volvieron.

—Hola, Dara.

—Hola.

— Vamos a la cocina a comer algo, ¿vienes?—tenía hambre, pero no me apetecía comer, así que negué con la cabeza.

—Yo me quedo— dijo Remus. Los chicos asintieron y se fueron.

—Lamento lo de hoy— comentó Remus—desearía poder habértelo dicho.

—¿Quien es?

—¿Quien es que?

—La chica que te gusta— aclaré.

—Eh... una chica.— dijo riendo.

—Oh, vamos. Dame un nombre.

—Lo siento, es que no puedo. ¿Y a ti te gusta alguien?— mi felicidad se apagó de a poco.

—Creo que siento algo por alguien, pero no estoy segura.

—¿Ah, si?— preguntó algo desanimado.

—Si.

—¿Y quien es?

— No puedo decirlo— sonreí burlona. Aunque no estaba segura si sentía algo por aquella persona, cada vez lo parecía más.