Capitulo III

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¡HOLA! ¡Bueno aquí estoy con el capitulo número tres!

Tengo una advertencia que darles. Este capitulo es totalmente anti Kikyo. Así que, al que le guste Kikyo abtengase de leer este capitulo.

Sin más que decir, los dejo leer :3

Me sujeto del marco de la puerta de la cabaña.

El campo poco a poco comienza a desvanecerse. La energía espiritual proveniente de Kikyo disminuye, es que la mía va aumentando a medida que la de ella disminuye.

Es impresionante la rápida forma en que mi cuerpo se repone. Gracias a la sangre demoniaca.

Mis amigos se acercan rápidamente a mí, Sango me abraza fuertemente, Shippo está sobre el hombro de Miroku (quien me mira alarmado) y la anciana Kaede respira dificultosamente cerca de mí.

Kikyo se acerca caminando a paso lento a nosotros.

Quiero arrancarle la cabeza. Que se vaya de una vez por todas al infierno al cual quería llevarse a Inuyasha.

Todo lo que hago es mirarla furiosa. No logro entender cómo es que ella decía amar tanto a Inuyasha cuando ella misma fue la que lo mato.

Por fue ella.

De no haber sido por ella, yo nunca lo hubiese dejado en la batalla con Naraku, tampoco hubiese creado el campo alrededor de la cabaña para que nadie entrase y no poder ayudar a Inuyasha.

Ella dejo que muriese.

Kagome: ¿Por qué? - las palabras salen solas. Primero quiero saber qué es lo que ella pretendía con todo esto.

Kikyo: Simple. Tú.

Kagome: ¿Qué tengo que ver yo en todo esto? Por si no te diste cuenta, derroté a Naraku y hace un rato intenté salvar a Inuyasha... Creo que tú tienes toda la culpa.

Shippo: ¿Inuyasha? ¿Qué pasó con él?

Sango: ¿Es cierto?

Kagome: Sí...- las lágrimas pican mis ojos. En este momento solo quiero irme a mi época, encerrarme en mi habitación y llorar hasta que no me queden más lagrimas o me muera por deshidratación.

Kikyo: ¿Que yo tengo toda la culpa? Si tu no hubieses llegado a esta época, si te hubieses quedado tranquila en la tuya, nada de esto estaría pasando. Todo es tu culpa Kagome. Desde que tú llegaste has destruido todo. Has echado a perder todo.

Sus palabras eran como pequeñas cuchillas que se clavaban en mi pecho. Puede que tuviese razón. Aunque fuese la mínima y desgraciada.

Desde que yo llegué todo cambió. Desde que llegué, mi vida y la de nadie en esta epoca ha sido igual.

Kikyo: Inuyasha murió por tú culpa. Si tu no hubieses llegado aquí él no hubiese muerto. No hubiese existido Naraku, tampoco la perla, nadie.

Kagome: Tú no hubieses sido revivida.

Kikyo: No. Pero almenos Inuyasha estaría vivo.

Kagome: Tampoco. Yo reviví a Inuyasha. Yo lo desperté del sueño en el que tú lo dejaste. Yo lo traje de vuelta.

Kikyo: Y tú lo mataste.

Kaede: Basta, hermana Kikyo. Kagome no se merece esto.

Kikyo: Claro que se lo merece. ¡Se merece esto, que Inuyasha haya muerto es tu culpa, que todo esto pase es su culpa!

Me solté del agarre que mantenía Sango en mi brazo y me abalanzo sobre Kikyo. La golpee fuertemente en la cara, tanto que le hizo una trizadura desde su ojo hasta su labio. Así sería fácil deshacerme de ella.

Promesa: Nueva vida.Where stories live. Discover now