Capitulo XII

596 30 3
                                    

Hola!! ¿Como están? Espero que bien, ojalá lo hayan pasado bien en las fiestas pasadas.

Aquí les traigo una parte más de mi historia y espero que les guste. Sé que he tardado muuuuucho, pero lo bueno es que no abandonaré la historia ni tampoco la pausaré. Solo tienen que ser pacientes conmigo :D

Sin más que decir, nos leemos al final del capitulo!

Pd: El vestuario que se mensionará más adelante, tienen que imaginarlo como el vestuario que ocupaban en laera feudal de Japón.

Kagome: No lo sé... No siento que sea lo correcto, yo te quiero... te amo a ti. Me es difícil hacerlo siendo que hace muy poco tiempo me dejaste...

Inuyasha: Y siento eso. Pero me prometiste una nueva vida, Kagome. Tienes mucho por delante...

Kagome: Pero no quiero que en algún momento, ya no te recuerde...

Inuyasha: -ríe, pero no es esa burlona risa que cuando nos conocimos me dedicaba, sino que es una que expresa cariño. Su mano se posa en mi cuello, sus dedos tocan mi marca haciendo que mi cuerpo tiemble ante su tacto.- Creo que no me olvidarás... menos por esto- sus dedos presionan suavemente las cicatrices en mi cuello.

Recuerdos de mi primera noche junto a él vienen a mi mente, es todo tan confuso, ¿por qué si estábamos bien juntos, me lo arrebataron? Ahora más que nadie y nada lo necesito.

Y es que, mi único consuelo está por las noches, cuando lo veo en sueños, cuando vuelvo a encontrarme con ese par de ojos dorados que me miran con cariño.

Quisiera no poder despertar para poder estar aquí, abrazada a él, para siempre.

Inuyasha: Kagome- ¿ya es hora?- Sabes que nunca quise hacerlo. Siempre te amé y siempre te amaré.- me abrazo más a él. Las lágrimas comienzan a caer de mis ojos- Me prometiste que seguirías adelante y a cambio dije que nos volveríamos a encontrar. Lo prometí. Sólo tienes que abrir esos hermosos ojos y mirar bien a quienes tienes alrededor, a quienes están junto a ti. A tu familia.

Sentí como de a poco él iba desapareciendo, dejándome otra vez sola. Me aferré a él con todas mis fuerzas, aun me quedaba mucho por decirle, nunca acabaría pero deseo con todo mi corazón aunque sea un par de minutos más junto a él.

"Te amo... Kagome. Siempre fue así y siempre lo será"

Ya es de día. Puedo escuchar a todos los aldeanos moverse de aquí a allá. Algunos gritan y hablan sobre el gran festival que festejaran esta noche.

Quiero volver a dormir, aún es temprano, así que me remuevo en el futon buscando mejor comodidad para volver a dormir. Me volteo y abrazo al cuerpo cálido junto a mí. Aquí sí que estoy cómoda.

Siento un brazo posarse en mi cintura y acercarme más al cuerpo cálido. Respiro profundamente, llenando mis pulmones con un olor particularmente especial.

Abro los ojos encontrándome con unos rojos que me miran fija e intensamente. En algún otro momento me habría asustado, habría gritado, luego le habría golpeado en el rostro hasta que mis palmas quedaran marcadas en sus mejillas. Pero ahora, digamos que no me sorprende.

Ha pasado una semana desde que Ryusei me llevó a ese maravilloso lugar. Desde entonces, todas las noches duerme conmigo. Su excusa es que mis pesadillas no vuelven cuando está él junto a mí. En parte, es cierto. Mis pesadillas sobre el día en que murió Inuyasha no han vuelto y todo lo que veo en mis sueños relacionados con él, prefiero llamarlos sueños. Porque eso son, sueños.

Promesa: Nueva vida.Where stories live. Discover now